Conocer los peligros alpinos específicos de cada tipo de terreno y saber moverse en ellos con seguridad: ¡un deber de todo alpinista que se precie!
Roca
PELIGROS: Inestabilidad, dificultad de encontrar un camino, caída de piedras.
TÉCNICA: Incluso cuando la ruta parezca fácil, siempre es mejor ralentizar la marcha y prestar atención. Siempre sigue las marcas del camino, o escoge la línea de menor dificultad. Cuando el terreno es inestable, mantén el peso ligeramente atrasado cuando pruebes la estabilidad del punto de apoyo del siguiente paso. Mantente ágil y busca otras opciones si las rocas se mueven bajo tus pies. El centro de gravedad bajo y las manos alerta ayudan. Evita progresar justo por encima o por debajo de tus compañeros: si uno de vosotros se cae o hace caer rocas en un mal paso, lo sufrirán los compañeros por debajo… Si no es posible, intentad mantener cierto espacio de seguridad entre unos y otros.
Nieve
PELIGROS: Caídas, hielo oculto, avalanchas.
TÉCNICA: La nieve puede facilitar la ascensión al reducir el riesgo de caída de rocas, pero en función del tipo de nieve habrá que tomar las decisiones correctas para avanzar con seguridad. En nieve blanda a veces no serán necesarios los crampones, siempre que sea posible tallar escalones con la bota que nos permitan apoyarnos con seguridad y pasar de una posición estable a otra. Con nieve dura los crampones y el piolet son innegociables (así como el conocimiento de las técnicas de autodetención) y en palas empinadas se recomienda encordarse con los compañeros.
Hielo
PELIGROS: Pérdida de equilibrio, resbalón, caída.
TÉCNICA: Cuando el hielo es el protagonista bajo nuestros pasos, el piolet es nuestra “tercera pierna”. Llegado el caso imperativo hay que conocer las distintas técnicas de progresión con piolet en terrenos helados: piolet-puñal, piolet-ancla, piolet-tracción. Si nos caemos y comenzamos a deslizar pendiente abajo, es fundamental tener interiorizadas las técnicas de autodetención.