Los guantes forman parte del equipo recomendable que debe llevarse durante todo el año (las tres g: guantes+gafas+gorro/a), pero en invierno su obligatoriedad está fuera de toda duda. ¿Quieres saber cuáles te pueden ir realmente bien? Pese a que en los mejores establecimientos físicos o de venta on line es relativamente habitual poder elegir una veintena de guantes (hasta un centenar de opciones en algunos comercios on line), los aficionados a la montaña solemos conformarnos casi con cualquier modelo de bajo precio ¡error de errores!
En función de la actividad
Si practicas el senderismo, es probable que te pueda bastar casi cualquier guante térmico mientras no te acerques o bajes de cero grados, pero si el día es más frío, haces ascensiones en nieve (ya sea caminando por laderas poco empinadas o escalando pendientes con piolets y crampones) o necesitas una protección invernal extra simplemente por ser friolero/a, deberías adquirir guantes que te ofrezcan una buena protección, como mínimo hasta los -5ºC. Que los dos últimos inviernos estén siendo especialmente cálidos en España, no debe animarnos a salir poco protegidos, pues hay casos recientes en los que a 2.000 metros se alcanzaban los -10ºC en Gredos e incluso temperaturas inferiores a -20ºC (Picos de Europa).
Las cuatro opciones principales
Existen numerosas clases de guantes utilizables en montaña, pero de forma práctica podríamos reducirlas a estas cuatro:
- Guante extrafino, exclusivamente interior (para llevar debajo de otro más grueso). Normalmente en seda o acrílico. Unos 20 gramos/par. Mínimo bulto y frágiles. Excelente tacto.
- Guante básico de forro polar, tipo 100, 200 o softshell. Pueden ir con o sin refuerzos y es un guante polivalente, de resistencia a la abrasión limitada, no impermeable y útil para temperaturas entre +7 y +0ºC (en ausencia de viento o humedad). Unos 60 a 120 gramos/par. Desde 4 a 45 euros.
- Guante cortaviento fino. Alternativa técnica al guante anterior, es más duradero frente a la abrasión e incluye una inserción intermedia o membrana resistente al agua (aunque no es impermeable pues las costuras no suelen ir selladas). Útiles entre los +7 y los 0ºC. Buen tacto. Interesante para caminar con bastones. Alrededor de 80 gramos/par. De 25 a 70 euros.
- Guante impermeable y térmico para montaña invernal. Exterior de nailon resistente, membrana intermedia impermeable/transpirable y relleno térmico –ya sea poliéster o lana merino- que puede ser fijo o extraíble como guante interior/guante de emergencia. Aislamiento variable en función del modelo, desde 0/-5ºC hasta -20ºC. Los de buena calidad van desde los 85 a los 195 euros. Pesan de 150 a 270 gramos/par. Los calefactables (con batería de litio recargable), pueden mantener un calor de +40ºC hasta 8 horas, pero sólo se muestran realmente fiables los de gama alta.
Es poco habitual que los confeccionistas detallen un rango de temperaturas recomendado y en ocasiones puede resultar demasiado optimista, pero sí suelen servir para comparar la capacidad aislante de los diferentes modelos de una misma marca.
La regla de oro
No hay guante más inútil que el que se queda en casa creyendo que no lo vamos a utilizar o el que se cae por una pendiente helada al intentar ponérnoslo. Sí: necesitas en tus salidas invernales llevar al menos dos pares de guantes calientes, siendo la solución más comúnmente adoptada incluir en tu mochila el térmico impermeable y el básico de forro polar, para alternarlos según las condiciones. Si además uno de esos guantes es flexible, tiene unos dedos precisos y permite el manejo de la pantalla táctil de un móvil, mejor que mejor.