Consejos Material

Nos vamos de viaje: qué material sensato llevar

Nuestras 14 consejos más sensatos para que te acompañe el material más útil.

Tino Nuñez

4 minutos

Nos vamos de viaje: qué material sensato llevar

A todos nos invade cierta inquietud al preparar el material que necesitamos para un nuevo “gran destino”. Consulta la siguiente quincena de recomendaciones, pero sobre todo no dejes las compras para el último día, ¡que suele salir mal!

POLIVALENCIA

Pocos serán los destinos con temperaturas y escenarios similares durante toda la actividad. Pasarás del frío al calor a menudo (incluso en desiertos), de caminar por la ciudad a la montaña o preferirás que el material recién comprado para este viaje sea también aprovechable durante todo el año en tus actividades más cotidianas. El material muy específico suele representar un gasto excesivo para una economía media y puede suplirse con ingenio y alternativas, como por ejemplo combinar una chaqueta de fibra fina y un chaleco mediano de plumas en vez de comprar un chaquetón de 400 € digno de la Antártida.

POCO VOLUMINOSO

Si el material q ue llevas se muestra voluminoso y poco compri   mib le  tendrás un problema en tu maleta, en el transporte, ante unainspección de aduana o durante la actividad. Recuerda que hayvestimenta, sacos de dormir y calzado que abultan la mitad queotros productos de bajo coste. No esperes a la tarde anterior a cogerun avión o un tren para darte cuenta de que no te cabe todo lo quenecesitas. Dos o tres fundas de compresión pueden prestarte ungran servicio...

LIGERO

Te harás daño y pagarás sobrepeso si tu maleta o mochila supera los 20-23 kg reglamentarios (consulta el peso límite en el billete). Dichoesto: hay tiendas de campaña y calzado que pesan la mitad que otrosproductos convencionales. Puedes desechar prendas pesadas poco polivalentes (como los forros tipo Softshell medios o gruesos) y tener claro qué está de más. Lo ideal es pesar cada producto en una báscula digital en casa y elaborar dos listas: la minimalista y la exhaustiva, con algún capricho incluido.

NI MUY NUEVO NI MUY VIEJO

El material a estrenar puede funcionarte mal, tipo calzado que te hace ampollas o mochila que se te clava inmisericordemente en hombros o cintura. Un trekking al Himalaya no es la actividad idónea para descubrir que tu saco hiperligero no aísla lo suficiente. Si llevas unos pantalones viejos o unas zapatillas castigadas quizá te dejen “tirado/a” en el momento más inoportuno.

ROPA… ¿TODA SINTÉTICA?

Pues no, necesitas algodón, además de poliamida o poliéster. Evitarás alergias y picores por sobrecontacto con fibras sintéticas. Alterna los dos tipos en función del tipo de actividad, tranquila o intensa, y ojo con la ropa interior (puede venirte bien llevar una pequeña pomada antirrozaduras sin parabenes).

DOS PANTALONES

La mayoría de los viajes de más de una semana necesitan dos pantalones como mínimo. Uno cómodo y muy transpirable, que no sea una tortura cuando vayas sentado muchas horas en un avión o en un coche, tipo pantalón vaquero de escalada (algodón con lycra). Y otro más ligero, por ejemplo tipo bielástico fino de unos 350 g, de rápido secado y con buena movilidad para caminar, trepar o hacer alguna actividad física intensa. Evita los colores negros en destinos soleados.

CAMISETAS

Calcula un mínimo de una por cada tres días. Poliéster fino de manga larga y muy transpirable, y de algodón de espesor medio, más higiénicas pero que también tardan más en secar. Recomendable con certificado Oekotex (libre de sustancias nocivas). Si vas a un destino tropical-selvático tómate en serio qué llevar y pregunta a tu guía, humedad y calor extremos, amén de insectos, son una combinación a vigilar...

ROPA DE ABRIGO

Las chaquetas de forro polar de gramaje intermedio, 200 g/m2; son la capa aislante más polivalente, pero necesitarás combinarlas con chaquetas de fibra o plumón si la temperatura baja de 5ºC.

PROTECCIÓN CONTRA LA LLUVIA

Obligatorio una chaqueta ligera (menos de 500 g), de buena impermeabilidad (columna de agua superior a 10.000 mm) y una manta de supervivencia gruesa (aluminizada de 200 g). Si visitas un país muy lluvioso, tipo Noruega o Reino Unido ¡paraguas siempre!

CALZADO

Las zapatillas con membrana impermeable y transpirable representan la elección primordial, salvo que visites una zona extremadamente cálida o con nieve. Con ellas podrás sentirte a gusto en viajes de suelo muy cambiante, tipo recorrido por los Parques Nacionales de Estados Unidos o similar. Las botas están más relegadas para terrenos técnicos, tipo glaciar (Alpes) o grandes pedreras (Dolomitas).

¡PASTILLAS!

Imprescindible pastillas muy fiables para potabilizar o potabilizador de agua, sobre todo en destinos remotos (India o Andes) y con grifos dudosos (de refugios masificados o en hostales/moteles poco higiénicos). No olvides un minibotiquín con medicamentos recomendados por tu médico de cabecera.

PORTADOCUMENTOS

Un portadocumentos extraplano en el que llevar tu pasaporte, tarjeta bancaria y dinero de forma discreta bajo la ropa te permitirá estar más tranquilo. Comprueba que el dorso es suave.

BASTONES

Los bastones ultraligeros de fibra de carbono son la mejor opción para facturar en la maleta de un avión, envueltos en ropa para que no se partan durante la manipulación del bulto. No los metas en el equipaje de mano, por cierto que éste no supere los 10 kg, y ya que estamos con esto de la seguridada eroportuaria: nada de navajas, tijeras, herramientas o cartuchos de gas.

MOCHILAS

Hay mochilas-maleta flexibles de 45 a 60 l, muy interesantes para viajes “aventureros”. Algunos modelos te permiten cargar con bastante peso de manera cómoda por ciudades, caminos y montañas tranquilas. También hay bolsas de expedición y maletas específicas de viaje con ruedas. Echa un vistazo a nuestra sección de material de este mes. Piensa en llevar una micromochila de emergencia de día ¡muy interesante para pequeñas compras urbanas o senderismo casual!

PROTEGE TU CABEZA

Eso significa llevar siempre gorra para el sol y gafas de protección 3 a todo tipo de viajes. Casco específico para actividades con riesgo (por ejemplo escalada o bicicleta de montaña) y protección solar superior a 30 tanto para cara como para labios.