Nuestras escapadas de fin de semana son un beneficio para el alma, pero suelen ser un infierno para el náilon, el cuero y el resto de materiales de tu equipo de montaña. Así que una vez te quites tu sucio y machacado atuendo en el confort de tu cuarto de baño, recuerda estos pequeños trucos para mantener con vida a tus imprescindibles compañeros de viaje.
1. Botas
Lávalas con agua caliente para quitar la suciedad. Evita el jabón, puede obstruir las membranas transpirables. Sella el exterior con un tratamiento resistente al agua específico para el material de tu calzado, prestando especial cuidado a las costuras.
2. Mochila
Utiliza un cubo con agua tibia y jabón para mantenerla a remojo. Enjuágala con una manguera y cuélgala para secarlo. Inspecciona las correas en busca de señales de abrasión que puedas reparar o reforzar. Las cremalleras se pueden limpiar con un cepillo de dientes viejo, y dales una capa de lubricante.
3. Saco de dormir
Lava tu saco con un detergente suave en una lavadora de carga frontal. Durante el secado añade un par de pelotas de tenis al interior para mantener el aislamiento y evitar arrugas. A la hora de colgarlo ten especial cuidado para que quede estirado por completo.
4. Aislante-Colchoneta
Usa una esponja con jabón y agua caliente y cuélgalo para su secado. Trata de guardarlo estirado y con las válvulas abiertas (en caso de ser hinchable) pues así evitas la aparición de fisuras o pliegues.
5 Bolsa de hidratación
Friégala con agua y jabón y mantenla a remojo en una solución de lejía diluida. Limpia la rosca y el tapón con un cepillo de dientes. Cuélgala boca abajo para drenar todo el agua y una vez esté completamente seca conviene guardarla en la nevera.
6 Almacenamiento inteligente
Trata de guardar tu equipo en un lugar seco y aislado, como un armario. ¡Nunca lo guardes en el garaje! Los contenedores de plástico protegen los materiales de la acción de los rayos ultravioleta (que degradan los revestimientos de uretano), evitando también el daño del agua y del polvo.