Consejos Material

Menaje de cocina outdoor: ¿qué nos conviene usar?

Para hacernos un reconfortante café en la montaña o preparar una cena en plena naturaleza necesitamos un menaje funcional, ligero y práctico

Tino Núñez

3 minutos

Menaje outdoor

Quizá no le prestamos demasiada atención, pero para hacernos un reconfortante café o preparar una cena en plena naturaleza necesitamos un menaje funcional, ligero y práctico. ¿Qué nos conviene usar? Del pesado menaje de décadas anteriores a la oferta actual hay una diferencia tan grande en prestaciones que posiblemente te interese renovar buena parte de él por bastante menos dinero de lo que crees.

COMPOSICIÓN

El menaje utilizado para cocinar y/o comer en la naturaleza está hecho de los siguientes materiales, con sus correspondientes ventajas e inconvenientes:

  1. Aluminio. Extremadamente ligero y a menudo bastante económico. Se araña y deforma con relativa facilidad (no muy higiénico), cede partículas metálicas se calienta a alta temperatura.
  2. Acero inoxidable. Peso muy razonable en espesores finos. Muy resistente y duradero, higiénico y el más saludable de todos los materiales. Buen precio.
  3. Titanio. Muy ligero, pesa la mitad que el acero aunque un tercio más que el aluminio. Resistente y duradero, precio elevado. Higiénico, no cede partículas peligrosas cuando se le calienta.
  4. Plástico. Precio excepcionalmente asequible. Material muy ligero. Longevidad limitada, se deforma con el calor y puede ceder partículas si almacena un líquido muy caliente (por ejemplo un caldo metido en una taza).

 

TAZAS

En salidas de un día o actividades muy minimalistas una pequeña taza de 0,4 litros nos servirá para calentar comida deshidratada en su interior –por ejemplo una pasta rápida de 3 minutos- o un café. Las de acero inoxidable pesarán unos 120 gramos y nos durarán muchos años a cambio de muy poco dinero: de 5 a 15 euros. Las de titanio pesan la mitad y pagaremos aproximadamente el doble: de 12 a 30 euros. Son de uso individual, abultan muy poco en la mochila y podemos aprovechar el interior para proteger los sobres de sopas o de café, pero no admiten un cartucho de gas.

 

 

CAZOS Y SARTENES

Con un cazo o taza grande de 0,7-0,8 litros podemos guardar en su interior un cartucho mediano de gas (de los que duran 2 horas y 30 minutos) y un mini hornillo, para obtener un kit compacto. Ideales para 1-2 personas. En acero suelen costar de 15 a 25 euros y en titanio, si incluyen la recomendable tapa para acelerar la ebullición del agua de 25 a 45 euros; en titanio hasta 90 euros.

Las sartenes más útiles para actividades ligeras o técnicas en montaña en realidad son tapas con un mango plegable que suelen venir incluidos en cazos de las marcas de gama alta, en general de origen europeo o norteamericanos; el conjunto cazo+sartén/ tapa, todo con recubrimiento antiadherente oscila desde los 25 a los 70 euros, pudiendo subir de precio si incluyen en la base una corona recuperadora de calor (radiador de anillo) que permite ahorrar un 40-50% de gas. Los diseños más sofisticados están fabricados en aluminio y un antiadherente de calidad de 3 o 4 capas que evita la cesión de partículas metálicas, basado en anodizados o teflón y sobre los que por desgracia los fabricantes no proporcionan información detallada.

 

CUBIERTOS

En el caso de los cubiertos sí resulta asequible hacerse con unos fabricados en titanio, a menudo son plegables y a partir de 10 euros es factible conseguirlos. En cuanto a los de plástico, los desechables de supermercado resultan demasiado frágiles y conviene primar los reutilizables de conjunto tenedor+cuchara+cuchillo fabricados en resina, desde 2 a 10 euros según calidades. Como curiosidades útiles en acero han aparecido recientemente cucharas con mango extra largo para no quemarnos los dedos cuando removemos la comida que se está haciendo en el interior de un cazo y un compacto cubierto triple en acero inoxidable reciclado –de 33 gramos y unos 17 euros- con cuchara en un extremo y tenedor/cuchillo de sierra en el otro.

Relacionados