Puro otoño, pura vida. La Sierra de Guadarrama, vestida de lluvia, hojas y cielos tormentosos acogió nuestro tercer evento "Costa Rica te oxigena": una jornada de trekking de lujo, con meteorología pendenciera, acompañados de Edurne Pasaban, la primera mujer en la historia en coronar todas y cada una de las montañas de ocho mil metros.
Más de una veintena de lectores de Oxígeno compartieron ruta con la alpinista tolosarra, siempre cercana y honesta, agradecida por el cariño recibido. Mientras el arcoiris se dibujaba en los horizontes, nos asomamos a los miradores de La Maliciosa entre bosques plagados de níscalos o otras delicias micológicas, antes de regresar al calor de la Casona de Navalmedio, donde todos pudimos disfrutar de más de una hora de tertulia con Edurne, que no dejó ni un tema sin tratar: ochomiles, el riesgo, Iñaki Ochoa, Alex Txikon, las invernales, Carlos Soria, la maternidad... afrontadas con el mismo espíritu con el que asciende montañas, con generosidad y vitalidad. La tertulia completa, por cierto, podéis verla en este enlace.
Tras ello, los cachopos, setas y vinos corrieron por el restaurante de la Casona para deleite del personal, que intercambiaban opiniones e historias sobre montañas, tormentas y otras bondades outdoor.
El evento, organizado por Oxígeno en colaboración con Turismo de Costa Rica y su agencia representante en España The Blueroom Project, sirvió también para presentar los escenarios, la biodiversidad y a las gentes vivaces de Costa Rica, un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y la aventura. Costa Rica, a pesar de su modesto tamaño, cuenta con el 5% de la biodiversidad mundial, es uno de los pocos países del planeta donde el bosque le está gananado terreno a la civilización y cuya inversión en turismo ecoresponsable y en energía limpia lo están conviertiendo en un ejemplo a seguir de cara al futuro de todos.
La jornada, interesantísima desde todos los puntos de vista, acabó con agradecimientos mutuos de los lectores y Edurne, fundidos en abrazos y sonrisas antes de regresar a casa. Y es que ¿cuánta gente puede presumir de haber compartido pateo con la alpinista más importante de nuestro país y una de las más relevantes de la historia del alpinismo? Pues eso, un lujazo.