Camino de Santiago

Camino de Santiago: Lugares imprescindibles

Redacción Oxígeno

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Camino de Santiago: Lugares imprescindibles

Puerto de Somport

El Codex Calixtinus ubica en el Summus Portus de los Pirineos uno de los tres hospitales para peregrinos más importantes de las rutas jacobeas, “las tres columnas que el Señor estableció en este mundo para sostenimiento de los peregrinos". El hospital de Jerusalén, en Tierra Santa; el Mont Joux, en los Alpes, camino de Roma; y Santa Cristina, en el sobrecogedor puerto pirenaico del Alto Aragón, paso clave en el camino hacia la tumba del apóstol Santiago el Mayor en Compostela.

Jaca

La primera gran villa de la ruta aragonesa, convertida en capital del reino de Aragón en 1504 por Ramiro I, ofrecía al peregrino medieval atención y cuidados en los hospitales de San Pedro, Santa Orosia, Sancti Spíritus y San Juan Bautista durante su época de mayor esplendor, a partir del XI, cuando Sancho Ramírez dotó de un fuero a la ciudad en 1077 y trasladó la sede episcopal de Sasave a Jaca, acuñando la primera moneda de oro aragonesa, llamada mancusos.

Sangüesa

La vieja Sangüesa ocupaba el burgo de la actual Rocaforte, ubicada en la cima de un cerro sobre una antigua villa romana. En la época de mayor esplendor jacobeo llegó a tener trece hospitales para peregrinos y seis parroquias. Los Hospitalarios de San Juan, apoyados por Alfonso I, fueron los protectores más importantes de las peregrinaciones a Santiago, ordenando la construcción de la Colegiata de Santa María la Real en el siglo XII.

Santa María de Eunate

El santuario de Santa María de Eunate es un templo románico de planta octogonal del siglo XII rodeado por una bella galería de treinta y tres arcos de medio punto sobre columnas dobles, el mismo número que los escalones de la escalinata de la catedral de Santiago. La iglesia es una réplica del recinto octogonal en las ruinas del Templo de Salomón, en Jerusalén, donde nació la Orden del Temple en 1128 por un edicto papal, asignando a los monjes guerreros la custodia y protección de los caminos que llevaban a Tierra Santa.

Puerto de Ibañeta

Los Pirineos navarros guardan evocaciones carolingias por todas partes. El poema épico del Cantar de Roldán es una de las fuentes del mito jacobeo, basado en la derrota sufrida por el ejército de Carlomagno, en el paso de Ibañeta, cerca de Roncesvalles, en el año 778. En el puerto de Ibañeta hay un pintoresco monumento dedicado al mítico guerrero franco y la decisiva batalla que sirvió para abrir al mundo occidental el Camino de Santiago.

Roncesvalles

La Vía Francígena o Camino Francés supera los temidos pasos de los Pirineos y comienza su andadura en la ilustre y legendaria Roncesvalles, hito emblemático en el Camino de Santiago, arropado por el recuerdo de las gestas carolingias. El hospital fundado por Alfonso el Batallador en el Alto de Ibañeta, en los inicios de las peregrinaciones compostelanas, se trasladó a Roncesvalles en 1132 por seguridad de los peregrinos, marcando un enclave fundamental en la Europa cristiana del medievo.

Puente de la Trinidad

Es uno de los tres puentes históricos del río Ultzama en la población de Arre, al lado de la ermita de la Trinidad y el albergue de peregrinos, paso jacobeo tradicional y encrucijada de caminos. Construido en el siglo XII sobre fábrica romana, en 1565 se cobraban derechos de leña. El arco central fue destruido a finales del siglo XIX y estuvo con traviesas de madera hasta 1960 que fue reconstruido en piedra.

Alto del Perdón

El hospital de peregrinos y la ermita de la Virgen del Perdón, donde el peregrino debía confirmar su convencimiento de llegar a Santiago, desaparecieron hace tiempo del paso de montaña. En su lugar los Amigos del Camino de Santiago han levantado un impresionante monumento con todo tipo de peregrinos “donde el camino del viento se cruza con el de las estrellas".

Puente la Reina

En Puente la Reina los peregrinos rendían culto al Cristo del Crucifico, custodiado por templarios hasta 1314, y recorrían la rúa Mayor, que ha cambiado poco en los últimos ochocientos años, hasta el espléndido puente del río Arga, considerado por muchos el más bello del Camino de Santiago, fue ordenado construir por Sancho el Mayor en el siglo XI en honor de su esposa, de donde procede el nombre de Ponte Regina o Ponte Arga. El mítico paso condensa la categoría constructiva de los ingenieros medievales para salvar el cauce de los ríos.

Calzada romana de Cirauqui

En la salida de Cirauqui el peregrino encuentra los últimos restos de la vieja calzada romana que unía Pamplona y Logroño, convertida en la Edad Media en el eje viario de los peregrinos jacobeos. En el paso del arroyo de Iguste la flechas amarillas atraviesan las ruinas de un viejo puente medieval.

Estella

La pletórica manifestación de expresiones artísticas y arquitectónicas, representadas en los monumentos civiles y religiosos, la herencia cultural de viejas leyendas y tradiciones, la gloriosa historia de sus rúas de piedra y la vinculación de su nombre “estelar" al simbolismo jacobeo componen un interesante cúmulo de evocaciones jacobeas antes de que los peregrinos entren en los solitarios campos de vides de Azqueta, Monjardín y Los Arcos.

Fuente de Monjardín

Solitaria y aislada en el páramo, la conocida como Fuente de los Moros, aunque es posterior a la época árabe, es un antiguo aljibe de doble arcada construido en el siglo XIII para aliviar la fatiga de los peregrinos en temporadas de calor. Por el peligro que suponía para los animales estuvo cerrada hasta 1991, que fue restaurada y abierta al público.

Torres del Río

En el siglo XII, los caballeros templarios del Santo Sepulcro levantaron en la frontera de navarra un santuario de planta octogonal, similar a los templos de Jerusalén y Santa María de Eunate, con posibles fines funerarios por la linterna de la cúpula que se usaba para comunicar el fallecimiento de algún peregrino, llamada popularmente “linterna de los muertos".

San Juan de Ortega

El santuario románico de San Juan de Ortega es la obra cumbre de todos los monumentos levantados por el “santo constructor" en el Camino Francés. En la Edad Media la ruta jacobea atravesaba la nave de la iglesia. En un capitel de la nave tiene lugar el Milagro de la Luz dos veces al año para difundir a paganos y creyentes un mensaje que todavía esconde misterios sin resolver.

Castrojeriz

Los hitos jacobeos pasan bajo los arcos del convento de San Antón y llegan al conjunto histórico, arquitectónico y monumental de Castrojeriz, fundado sobre el antiguo Castrum Sigerici romano. A la vera de la ruta surgen iglesias, empedrados centenarios, casonas de piedra, arcos, soportales y sugerentes mesones donde recuperar fuerzas antes del mítico Alto de Mostelares.

Canal de Castilla

Es una construcción del siglo XVIII para hacer el fértil y navegable la desolada llanura cerealista de Tierra de Campos. La obra es posterior al auge de las peregrinaciones medievales pero ofrece la oportunidad de conocer una magnífica expresión arquitectónica de la ingeniería hidráulica.

Frómista

La iglesia de San Martín de Frómista es la estrella monumental de la población y una de las maravillas artísticas del Camino Francés, fundada en 1066 la iconografía canteril plasmada en los canecillos recopilan los principales elementos de la simbología medieval, como la serpiente enroscada en los pechos de una mujer o el símbolo solar del león.

Sahagún

Según el Codex Calixtinus la villa de Sahagún “es pródiga en todo tipo de bienes, donde se encuentra el prado en que reverdecieron las astas fulgurantes que los guerreros victoriosos hincaron en la tierra", evocando la leyenda de las lanzas de los cuarenta mil soldados de Carlomagno que florecieron, como ocurrió en Valcarlos, a orillas del río Cea. Al margen del mito jacobeo Sahagún también destaca por sus bellas iglesias románicas y mudéjares.

El puente de los caballeros

El puente del Paso Honroso, en Hospital de Órbigo, es uno de los pasos fluviales más antiguos del Camino Francés. La popularidad se debe a la promesa que el caballero Suero de Quiñones hizo a su amada, en 1434, de proteger el puente desde el 10 de julio hasta el domingo de Santiago, rompiendo las lanzas de todos los nobles e hidalgos que intentasen atravesar el río Órbigo, rompiendo 300 picas de 68 caballeros italianos, franceses, alemanes, portugueses y españoles, con la única baja del aragonés Esberto de Claramonte.

Cruz de Ferro

La humilde Cruz de Ferro es un altar de piedras en los Montes de León, el Monte Irago medieval, coronada con un poste de madera que tiene clavada una pequeña cruz metálica. La pirámide de piedras se encontraba en un paso de montaña duro, desolado y peligroso durante la Edad Media y es fácil pensar que fuese un monumento funerario donde daban sepultura a los romeros fallecidos en el paso de la montaña. El paso de la Cruz de Ferro es una de las grandes victorias personales de la ruta jacobea.

Puerta del Perdón

La Puerta del Perdón de la iglesia de Santiago, en Villafranca del Bierzo, tiene la peculiaridad de otorgar el jubileo, perdón o consecución de la peregrinación en sustitución de la catedral gallega de Santiago, en el caso de no poder continuar el viaje hacia Galicia. La Puerta del Perdón se abre únicamente en Año Xacobeo, como la Puerta Santa de la catedral compostelana.

O Cebreiro

La montaña de O Cebreiro es la entrada de Galicia desde El Bierzo leonés, la última gran barrera geográfica que deben salvar los peregrinos en el camino del Finis Terrae, mostrando un dominio completo de la voluntad, una fuerte capacidad de superación y una gran sensación de triunfo y alivio. Las peregrinaciones actuales han transformado la tradicional aldea de pallozas en un animado poblado turístico con un bonito templo rural, hospedajes, tiendas de productos locales y fiestas populares ambientadas en un panorámico paisaje gallego.

Triacastela

La llegada por la corredoira de Pasantes, al pie de vetustos castaños centenarios, uno de ellos considerado monumento natural, y la vinculación de la población con las peregrinaciones jacobeas, desde que la zona fue repoblada por Alfonso IX y disponía de varios hospitales para peregrinos, hacen de Triacastela un buen final de etapa antes de entrar en el ambiente más sugerente y embaucador del medio rural gallego.

Monasterio de Samos

Es uno de los monasterios benedictinos más antiguos de España, donde apareció el abad Virila, un monje de Leyre que estuvo tres siglos en éxtasis en un viaje astral. En Triacastela hay que decidir seguir la ruta jacobea por Samos o por las aldeas de San Xil y el Alto de Riocabo. Ambos caminos penetran en la intimidad de unos paisajes geográficos y humanos repletos de rincones fascinantes y confluyen en las calles de Sarria.

Hito del kilómetro 100

En Brea, a 11 kilómetros de Sarria, se encuentra el célebre hito del kilómetro cien, la distancia mínima que debe recorrer el peregrino senderista para obtener la Compostela. El pequeño pedestal de cemento se está convirtiendo en un lugar de culto donde los viajeros jacobeos dejan exvotos, hacen pintadas y decoran el paraje con recuerdos personales.

Vilachá

Cerca de la población se encuentran los restos del monasterio de Loio, antiguo eremitorio restaurado en el siglo XI por el monje Quintila donde se fundó la Orden de los Caballeros de Santiago en 1172, bajo el reinado de Fernando II, formada por doce caballeros que juraron consagrar su vida a la protección de los peregrinos jacobeos.

Portomarín

La población original fue inundada por el embalse de Belesar y los edificios principales se trasladaron piedra a piedra a la ubicación actual. En las fachadas de la iglesia fortaleza de San Nicolás se conserva la numeración que fue necesario marcar en las piedras para reconstruir el tempo, aunque no se respetaron los cánones tradicionales y es una iglesia “desorientada" porque el ábside no está enfrentado exactamente hacia Jerusalén ni la entrada hacia occidente, el finis terrae medieval.

Crucero de Lameiros

Los cruceros de piedra guiaban a los peregrinos y viajeros antes de la aparición de las flechas amarillas. El crucero de Lameiros, en Ligonde, es del siglo XVII y aparece en un paisaje sereno y acogedor, al lado de un viejo roble y decorado con inquietantes esculturas y mensajes canteriles que despiertan la duda y la incertidumbre en los peregrinos. En la base de la cruz hay serpientes enroscadas, calaveras y esculturas relacionadas con los clavos, las espinas y otros símbolos de la crucifixión de Cristo. En las colinas cercanas tuvo lugar la batalla entre las tropas cristianas y el ejército de Almanzor, en el año 820.

Cabeceiro de Lameiros

Es un curiosidad etnográfica del mundo rural gallego, un tipo de hórreo muy rústico de orígenes remotos, construido con fibras vegetales y anterior al resto de hórreos gallegos de piedra y madera.

Monte do Gozo

Es el gran balcón de Santiago, donde los peregrinos medievales clavaban sus rodillas y entonaban el Te Deum en agradecimiento por conseguir llegar a la gran ciudad santa del mundo occidental. En la actual existe un gran complejo turístico con capacidad para dar alojamiento a 800 peregrinos en temporada de verano, el mayor de todas las rutas jacobeas.

Catedral de Santiago

Es el culminación del mito jacobeo. El abrazo a la imagen de Santiago, en el altar principal, el paseo por la sala del sepulcro, la travesía de la Puerta Santa y el resto de rituales que tienen lugar en el interior de la catedral compostelana forman parte de la inercia final de la gran aventura peregrina. La contemplación del Pórtico de la Gloria destaca por encima de todo, es la obra escultórica fundamental del románico en el Camino de Santiago, construida por el virtuoso maestro Mateo y transmitida por el lenguaje del arte y la arquitectura mediante los evangelistas, profetas, músicos, artesanos, dioses y demonios que aparecen en el pórtico, porque si las piedras hablaran expresarían la felicidad que han visto en los ojos de todos los peregrinos que durante ochos siglos han mirado las bellas esculturas.