Sabemos que nos ponemos muy pesados con este tema, pero en Oxígeno queremos evitar en la medida de lo posible los accidentes en la montaña cuando hay nieve o hielo de por medio.
FOTO: Mikael Helsing
Muchos de ellos se producen al salir sin el equipo adecuado, sin conocer cómo cambia el terreno y las montañas cuando están nevadas o sin saber progresar por nieve o hielo con la técnica y/o el material adecuados a la situación que se nos plantee. Por eso te volvemos a proponer un repaso a las técnicas básicas de progresar en nieve según su estado.
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1. Con crampones. Si nos enfrentamos a nieve dura o hielo, lo mejor es ponerse los crampones y caminar clavando todas las puntas verticales en la nieve, con los pies planos. Al descender, clava igualmente todas las puntas a la vez. También hay que caminar con las piernas más separadas de lo habitual, para evitar enganchones de las puntas en la pierna contraria.
2. Con piolet. El piolet es una herramienta que puedes usar de múltiples formas. Para caminar por pendientes moderadas y con todo tipo de nieve, lo mejor es usarlo a modo de bastón: agarra el piolet por la cabeza, con la mano rodeando la cruz (intersección del mango con la cabeza) y la palma apoyada en la pala, así el piolet se lleva siempre en la mano del monte (la más cercana a la pendiente), con el pico hacia delante. Si lo llevas en la mano del valle, no llegará fácilmente a tocar en la nieve (te tendrás que inclinar hacia el valle con la consecuente pérdida de equilibrio) y no podrás apoyarte en él. Es importante clavarlo verticalmente en la nieve y ligeramente en diagonal: en caso de tropiezo puedes descargar peso sobre él y hundirlo más.
3. Con bastones. Si tienes que caminar por nieve blanda, un par de bastones van a ser tus mejores aliados. Agarra los bastones a media altura y apóyate en ellos echando le cuerpo ligeramente hacia delante para impulsarte.