En el macizo del Rolwaling, frontera abrupta y natural entre Tíbet y Nepal, se levantan un sinfín de cumbres donde la exploración, el alpinismo de vanguardia y los sueños verticales aún ofrecen abundantes posibilidades para los atrevidos. Como lo son Miguel Anta, Lluis Vernich, Javier Palomares y Alberto Urtasun, que regresan de los Himalayas con una nueva y elegante ruta en una montaña que coquetea con los seis mil metros.
Vagabundos del Dalbhat lleva por nombre la vía que han imaginado y escalado en la vertiente noroeste del Chukima Sano, 5.970 metros de hielo y roca desafiantes. La línea supera de forma directa su la cara norte, con dificultades de M4 e inclinaciones de 90º. “La escalada presenta largos técnicos de mixto y encontramos muy mala nieve en los últimos 200 metros que presentaron largos de una exposición muy alta por la imposibilidad de aseguramientos”, explica el navarro Alberto Urtasun.
El equipo iba a realizar el descenso desde la cumbre por la también virgen arista norte, completando así el ascenso y descenso en unas meritorias 26 horas. Una actividad exigente en formato exprés, con la que no quedaban del todo saciados. Posteriormente Javier Palomares y Alberto Urtasun probaron suerte con un nuevo recorrido en la cara SE del Chekigo, de 6.257 metros, abriendo ruta hasta los 5.800 metros con dificultades de V en roca y 80º, debiendo retirase a causa de las malas condiciones de nieve y el cansancio acumulado.