En su camino por completar los 14 ochomiles en 7 meses, Nirmal Purja no sólo ha tenido que bregar con la montaña. Multitud de obstáculos se han ido poniendo en su camino, ya fuesen rescates en altitud, o falta de presupuesto (ha vuelto a hipotecar su casa para continuar con su proyecto), y en las últimas semanas la política también le ha puesto en jaque. La posibilidad de que China cierre el acceso a sus vertientes en esta temporada de otoño está obligándole a modificar su plan inicial, que pasaba por ascender primero el Manaslu, para después intentar el Cho Oyu y el Shisha Pangma, las tres montañas que le restan para culminar su sorprendente hazaña. De hecho, hace sólo unos días ya se plantaba a los pies del Manaslu; sin embargo, anticipandose a la clausura china, el alpinista nepalí se ha apresurado hacia el lado tibetano del Cho Oyu, hasta donde debía llegar antes del 15 de septiembre si no quería tener problemas administrativos.
Así, Nims intentará primero este ochomil, para después regresar al Manaslu. Prentende coronar ambas antes de que concluya septiembre. Eso le dejaría un buen margen de semanas para lidiar con la burocracia de China, aunque confía en que se le exceda un permiso especial para el Shisha Pangma. De lo contrario, deberá arriesgarse en un envite alejado de las rutas normales. Lo que, bien pensado, sería un buen cierre para su "Project Possible"...
En el Cho Oyu, Nirmal se ha unido a compañeros como Gesman Tamang o Esteban Topo Mena, y ya planea ascender al Campo I mañana. Como expresaba en sus redes sociales: "Después de luchar con todo tipo de problemas administrativos, económicos y políticos, ahora estoy en modo escalada", y ya sabemos lo que eso significa para un tipo capaz de coronar once ochomiles durante la primera mitad del año.