Durante las pasadas jornadas ya planteábamos la posibilidad de un primer intento serio a la cumbre del K2 gracias a la buena climatología reinante en la montaña. Ahora la propia expedición polaca lo confirma. Llega un momento clave: las labores de equipar la ruta en el Espolón de los Abruzzos están muy avanzadas y el parte sostiene las ambiciones de los alpinistas, con Denis Urubko y Adam Bielecki a la cabeza. Los ojos se posan ahora en aquella cima indómita, con esa mezcla de esperanza y vértigo previa a los grandes envites alpinos.
Hasta los 7.200 metros han llegado hoy Urubko y Bielecki, donde han emplazado la tienda del Campo 3. Allí harán noche después de la titánica tarea de acometer la Pirámide Negra, una de las secciones clave de la ruta por la arista Sureste que desemboca en el Hombro, la planicie al pie de la arista principal. El Campo 4 suele instalarse en verano entre los 7.500 metros y los 8.000, justo antes de dos de las secciones más comprometidas del espolón, el Cuello de Botella y la Travesía de los Seracs. El parte todavía promete dos jornadas de climatología benigna, suficientes –si la montaña lo permite– para ese primer ataque cimero. “Las posibilidades para progresar hacia la cumbre están abiertas”, sugieren desde el Campo Base.
La cordada de Janusz Golab y Maciej Bedrejczuk, tras asegurar las primeras secciones de la ruta, han regresado al CB, mientras otro equipo formado por Marcin Kaczkan y Darek Załuski pasarán la noche en el Campo Base Avanzado.