Hervé conoce Patagonia y su crudeza. Veremos cómo se las apaña en la estación fría. Así nos cuenta sus propósitos:
Otro viaje a Patagonia. Esta vez, en invierno, confiando solo en mis ambiciones y mis habilidades con las que trataré de afrontar una montaña salvaje, gélida y severa y, por los mismos motivos, hermosa y atrayente. Sin teléfono satelital ni nadie que pueda ayudarme en la base o en la pared, solo necesito unas buenas condiciones meteorológicas para vivir una gran aventura.
Cada año, cientos de montañeros acuden a Patagonia desde todos los rincones del mundo, cautivados por las geometrías perfectas de sus montañas y escalar en una roca de una belleza fuera de lo común. Ni siquiera son montañas especialmente altas (el Cerro Torre supera por poco los 3.100 metros), y tampoco son las más técnicas del mundo. Su dificultad raida en el lecho de estar situadas entre dos océanos, lo que las envuelve y las bate con fieros vientos, dejándolas como rascacielos en mitad de una tormenta. Por ello los escaladores suelen llevar a cabo su actividad en el verano del hemisferio sur. Y esta es también la razón por la que pretendo intentarlo en invierno, cuando las tempestades son más violentas y furiosas y las temperaturas caen por debajo de los 30 grados bajo cero
será un desafío impresionante.
Una vez que aterrice en El Chalten, estudiaré la meteo y las condiciones de cada montaña y decidiré si intento abrir una nueva ruta en solitario o repetir una de las muchas ya existentes.
Pues le deseamos suerte y buenos cielos a Hervé. Podréis seguir sus andanzas en nuestra web, en hervebarmasse.com o en su twitter @hervebarmasse.