Son otros tiempos en el Himalaya. Unos en los que un ochomil arriesgado y exigente como el Kangchenjunga recibe en un solo día la visita de cerca de sesenta alpinistas. Hoy, desde la salida del sol hasta el mediodía, el goteo de cumbres en la tercera montaña más alta del planeta ha sido ininterrumpido. Entre los ascensionistas se encuentran la suiza Sophie Lavaud, que celebra por todo lo alto su 51 cumpleaños, y Nirmal Purja, que logra su segundo ochomil de la temporada, tras el Annapurna.
El Kanchenjunga recibía ayer a sus primeros escaladores, el grupo de sherpas que abría la ruta y fijaba las cuerdas, oportunidad que Nirmal Purja aprovechaba para volar desde el Dhaulagiri (donde la meteo frenaba sus intenciones), hasta el C3 del Kangchen para lanzar un ataque exprés a la cumbre. Tenía éxito, pero de nuevo, y como ocurría tras hollar el Annapurna con el rescate de Wui Kin Chin, se enfrenta ahora a otra situación peligrosa en altitud. Los indios Kuntal Karar y Biplab Baidya, que también alcanzaban los 8.586 metros esta mañana, descienden con problemas. Nirmal y dos nepalíes de su equipo, Mingma David Sherpa y Geshman Tamang, se encargan de las operaciones para garantizar su descenso al Campo 4.