Todos los años, al inicio del verano escuchamos o sufirmos casos de picadura de garrapatas, a menudo sin consecuencias. Si bien no hay que preocuparse excesivamente ni obsesionarse, no son ninguna broma y conviene dedicarles nuestra atención.
Sobre las garrapatas
Son ácaros de 1 milímetro a 1 centímetro que se alimentan de la sangre de la persona o animal al que han picado.
Su picadura puede transmitir enfermedades pueden transmitir enfermedades como la borreliosis de Lyme, la anaplasmosis, la babesiosis, la tularemia y la fiebre de Crimea-Congo. En España se dan alrededor de 1.000 casos anuales de enfermedad de Lyme por picadura de garrapata, pero preocupa más el incremento de casos de la enfermedad de Crimea-Congo, debido a que esta infección vírica puede resultar muy grave o mortal. Aunque algunos estudios recientes en Ponferrada advierten de que una de cada 10 garrapatas podría transmitir una fiebre hemorrágica mortal de Crimea-Congo, no pocos expertos rebajan el peligro a una de cada 50 de media en toda la península.
Qué necesitamos saber
1) Primavera y verano son las estaciones preferidas de las garrapatas. Básicamente de abril a septiembre y aunque junio marca a menudo el momento álgido es en julio y agosto (cuando más gente sale mayor número de veces y durante superior tiempo al campo), justo cuando se dan el máximo de picaduras.
2) Abundan más en País Vasco, Cantabria, Asturias y la Comunidad Valenciana, pero su presencia está extendida a todas las comunidades.
3) Les encantan los helechos, zonas de hierba alta y lugares donde exista ganado doméstico.
4) Debemos retirarlas inmediatamente de nuestra piel en cuanto las detectemos y no esperar a llegar a casa. Para facilitarnos la tarea hay sencillos extractores que apenas cuestan 10 euros y pesan menos de 10 gramos: tarjeta ranurada de plástico (con formato tarjeta de crédito y que
suelen incluir una lupa), bolígrafo con lazo estrangulador regulable y pinza acodada. Echa un vistazo a su hoja de instrucciones.
5) El lavado con agua y jabón inmediato, y controlar posteriormente que no haya hinchazón, fiebre, mareos o rigidez de cuello es muy importante.
Lo que recomiendan los médicos
La Clínica Mayo lanza un mensaje tranquilizador, pero también advierte de que: “(…) la mayoría de las mordidas de garrapatas son indoloras y sólo causan signos y síntomas menores, como cambio en el color de la piel, hinchazón o una llaga en la piel. Sin embargo, algunas garrapatas trasmiten bacterias que causan enfermedades, incluida la enfermedad de Lyme (…) por lo general, para ésta es necesario que la garrapata esté adherida a la piel de la persona durante al menos 36 horas. Otras infecciones se pueden trasmitir en unas horas o incluso en unos minutos”.
Todas las autoridades sanitarias internacionales recomiendan usar repelentes específicos a base de permetrina. Uno de los productos más conocidos en nuestro país es el Relec extra fuerte, que proporciona protección durante las cuatro primeras horas, por lo que posteriormente podemos necesitar una nueva aplicación en zonas descubiertas de piel, calzado y bajos de pantalones. Evita productos desconocidos, de bajo coste o simples repelentes de mosquitos
No te preocupes, ocúpate
La prevención es la mejor manera de afrontar este creciente problema. Hay medidas bastante sencillas y que pocas personas siguen. Entre ellas vestirse con ropa larga clara –nada de pantalones cortos ni camisetas oscuras de manga corta- y evitar las sandalias. Aplicar repelentes especiales para garrapatas (no los generalistas para insectos), frecuentar zonas con la menor hierba posible y sin ganado, e incluir en la mochila algún tipo de extractor.
Al llegar a casa revisa tus zonas corporales de riesgo: especialmente ingles, pelo, abdomen, cuello y orejas. Dúchate y cámbiate de ropa. Si no lo haces, la garrapata puede acabar en tu sofá, cama o paseándose por la piel de alguien cercano. La mochila y tu perro también pueden esconder garrapatas durante días.