No hay nadie en el mundo de la montaña que no admire a Carlos Soria, así que cuando en su último intento al Dhaulagiri sufría un accidente por encima de los 7.700 metros a causa de una cuerda fija mal instalada, todo el universo alpino se ponía en vilo. Gracias al esfuerzo de Sito Carcavilla y al equipo de sherpas que los acompañaban, Carlos podía descender hasta los campos inferiores desde donde era evacuado en helicóptero, arrancando un suspiro a toda la comunidad montañera. A sus 84 años, con incontables montañas y aventuras a sus espaldas, Carlos nunca había sufrido un accidente que pusiera su vida en riesgo, lo que habla mucho y bien de su mentalidad alpina y su conocimiento de aquellas cumbres bellas e implacables de los Himalayas.
Ahora, unas semanas después, de vuelta a casa y en plena recuperación, Carlos vuelve a responder a nuestra llamada para contarnos cómo fueron aquellas jornadas en el Dhaula, donde se volvía a poner de manifiesto no solo la facilidad con la que se pueden complicar las cosas en un ochomil, también la solidaridad innata del montañero, capaz de arriesgarlo todo por sus compañeros.
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