El riesgo es, por supuesto, uno de los factores que nos atraen de la aventura y de las correrías que nos pegamos cualquier fin de semana. Pero que asumamos su existencia no quiere decir que nos lancemos de cabeza a desafiar nuestra inmortalidad. Hemos seleccionado cinco maneras de palmar con estilo propio y las actuaciones correctas si decidimos que aún no ha llegado nuestro momento definitivo.
1. LLEVÁNDOTE UN BUEN PIÑAZO
Literalmente. La versión cañí de un coco en la cabeza, que suena más exótico y lúbrico, pero nos queda un poco más lejos si lo que queremos es demostrar al mundo que somos capaces de sobrevivir al humor cáustico de los hados del outdoor. Un cuarto de kilo de muerte estúpida acecha sobre nuestras cabezas cada vez que cruzamos un pinar. La altura desde la que puede caer y su aceleración son la clave de una siniestra y silenciosa enemiga. Si no estás atento puedes ser vencido por un vegetal.
ACTUACIÓN: los golpes en la cabeza o "traumatismos craneales" son frecuentes. Aunque la mayoría de las personas se recuperan sin problemas, en algunas ocasiones las consecuencias pueden ser graves (hematomas cerebrales, fracturas craneales). Tras un golpe en la cabeza uno puede percibir el simple traumatismo, o bien producirse una pérdida de conocimiento, dolor de cabeza, pérdida de memoria, mareos, zumbido de oídos, náuseas y vómitos, dificultad de concentración y cansancio. Alguno de estos síntomas incluso puede persistir durante semanas. Si puedes moverte, colócate e o coloca a la víctima en un lugar seguro. No intentes retirar ningún elemento que cubra la cabeza y procura no mover el cuello, pues podría agravar una lesión de columna. Si hay una herida sangrante se debe presionar sobre ella con una tela limpia durante 5 minutos. Si no hay herida pero el golpe ha sido fuerte, puedes aplicar un trozo de hielo envuelto en un paño. Si el sujeto vomita, debes acostarlo sobre su lado derecho. Si la persona deja de respirar, deberás aplicarle medidas de reanimación cardiopulmonar. Por supuesto, pide auxilio.
PREVENCIÓN: un casco o un gorro bien mullido harán la diferencia.
2. CON UN BESO DE SEOANE
En nuestro país no hay más de una docena de clases de serpiente y las venenosas se cuentan con los dedos de una mano (con todos ellos, eso sí). Entre las más peliagudas se encuentra la Víbora de Seoane, a la que le gusta acechar en rincones oscuros del norte y noroeste de la Península Ibérica desde Galicia y el extremo norte de Portugal hasta Navarra. No suele llegar a los 50 cm de longitud, pero nosotros recomendamos no sentirnos superiores ante animales venenosos, con colmillos y ridículamente escurridizos.
ACTUACIÓN: aunque su mordedura no debería ser mortal, excepto en niños o personas con salud delicada, siempre es imprescindible el tratamiento y hospitalización. La toxicidad del veneno de Vipera seoanei varía considerablemente dependiendo de la región de donde procedan los ejemplares. La subespecie más macarra es la cantábrica. En primer lugar mantén la calma y busca atención médica. Solo un 6% de las muertes anuales por mordedura de serpiente en Europa se producen en España. Y los casos no ascienden a más de medio centenar en todo el viejo continente, por lo que tienes muchas posibilidades de encontrar otra manera de acabar contigo mismo. Las abejas y avispas son bastante más mortíferas. La hidratación es clave en los primeros momentos. También debe apretarse el contorno de la herida con los dedos, provocando la salida de la sangre. Lavar la mordedora con jabón y si es necesario inmovilizar la parte del cuerpo afectada, debería ser suficiente tratamiento hasta encontrar la ayuda profesional.
PREVENCIÓN: ¡Que no juegues con serpientes! Y por si acaso tampoco investigues huecos, fisuras, madrigueras… la curiosidad está bastante reñida con la supervivencia. Pantalones largos y botas robustas son una buena protección. Pisa firme y evita los lugares de vegetación alta y espesa.
3. ASEDIADO POR LAS ABEJAS
Son más. Trabajan en equipo. Y vuelan. Y aunque viésemos las coloreadas aventuras de Maya en televisión, es mejor si nos tomamos a estos bichos en serio. Si te encuentras confuso ante un zumbido sospechoso e involuntariamente tocas con tu cuerpo o alteras el orden establecido de un panal, debes saber que sus ejércitos lucharán por defender el honor de la reina, su miel y, por qué no, su estatus como nación bien organizada. Son la mafia de la naturaleza. Una sola de ellas puede desatar una incontrolable espiral de furia contra tu cabeza o cuello, donde hay más acción vascular.
ACTUACIÓN: para ponernos en situación te explicaremos cómo funcionan estas maestras del crimen organizado. Unas pocas picaduras no serán peligrosas si no eres alérgico, pero cada una de ellas produce una feromona de alarma cuyo olor captarán el resto de secuaces, haciendo que todo el panal se ponga a la defensiva. Y su cabreo puede durar hasta 48 horas. Hacen falta entre 500 y 1.000 picaduras para que el ataque sea mortal, siempre y cuando recibas atención médica inmediata. Cómo no podía ser de otra manera, mantén la calma. Huye hacia un lugar oscuro o arrójate a una corriente de agua. En cualquier caso no trates de sacarte los aguijones con los dedos, usa una navaja, pues puedes presionar la bolsa de veneno que te inyectan y envenenarte todavía más. Y contacta con un profesional de la salud. El veneno de las abejas es capaz de disolver células sanguíneas y tejido muscular, liberando deshechos capaces de producir un fallo renal. Pueden darte el alta en el hospital y a pesar de ello morir unos días después.
PREVENCIÓN: debería estar claro que tontear con un panal nunca es una buena idea. Sí lo es tener controladas a las personas alérgicas en tu grupo para priorizar su evacuación. Las abejas no atacan, sólo se defienden. (son criaturas pequeñas y sensibles, así que cualquier cosa es prácticamente una amenaza), por lo que recomendamos no acercarse con ropas de colores vivos, elementos de olores fuertes, ni producir sonidos estridentes o movimientos bruscos. Básicamente, mantente bien lejos.
4. LA TRIQUIÑUELA DE LA TRIQUINOSIS
Se trata de una infección causada por el nemátodo Trichinella spiralis. Que así dicho pues tampoco parece que dé mucho miedo, pero os lo vamos a explicar mejor. Cuando alguien se pega un festín con carne de un animal infectado, los quistes de Trichinella incuban en los intestinos y crecen hasta convertirse en gusanos adultos. Estos nemátodos producen otros gusanos que migran a través de la pared intestinal hacia el torrente sanguíneo. Los gusanos invaden los tejidos musculares, que incluyen el corazón y el diafragma y también pueden afectar los pulmones y el cerebro. Y pueden permanecer vivos durante años. Procura que el siguiente plato de jabalí esté bien cocinado. Animales como el cerdo, el oso, el caballo, el zorro y varios muchos tipos de roedores son propensos a llevar una trampa mortal en su interior. Y aunque no todos ellos sean parte de una saludable dieta mediterránea, es bueno tenerlo en cuenta cuando el hambre acosa o nos sirven un plato escamante en países exóticos. Es una infección común a nivel mundial.
ACTUACIÓN: los primeros síntomas suenan a que nos hemos excedido con los pedidos al restaurante asiático del barrio. Molestías abdominales, diarrea, debilidad… si estos efectos se unen a una hinchazón facial alrededor de los ojos, fiebre y dolor muscular deberías ir pensando en ingresarte. Medicamentos como el mebendazol o el albendazol se pueden usar para tratar infecciones en los intestinos, aunque la infección leve generalmente no necesita tratamiento. Los analgésicos pueden ayudar a aliviar el dolor muscular después de que las larvas han invadido los músculos. La mayoría de las personas con triquinosis son asintomáticas y la infección desaparece por sí sola. Las infecciones más graves pueden ser difíciles de tratar, especialmente si existe compromiso de los pulmones, del corazón o del cerebro.
PREVENCIÓN: las carnes de cerdo y de animales salvajes deben cocinarse completamente (que no queden rastros rosados). El congelamiento de la carne de cerdo a temperaturas bajo cero (Fahrenheit) por 3 a 4 semanas mata el microorganismo, pero el congelamiento de la carne de animales salvajes no siempre mata los gusanos. Métodos como ahumar, secar y salar la carne tampoco son confiables para matar los gusanos. Cómete una ensalada.
5. LA INEVITABLE SANDEZ HUMANA
Antes de la popularización de los “selfies”, la pasada moda del “Harlem Shake” o la inigualable tenacidad de la juventud por encontrar nuevos métodos de autodestrucción etílica, ya se había postulado que las dos únicas cosas infinitas son el universo y nuestra capacidad por ampliar los límites de la estupidez. No queremos que miréis al prójimo, aunque puedas toparte con una trampa para ciclistas en pleno bosque (está ocurriendo), dejarte la pierna en un cepo para osos o ser abatido por un cazador miope. Mira la paja en tu ojo primero o puedes encontrarte con la azarosa parca e incluso que te recompensen por ello. Cada año se entregan los Premios Darwin, basados en el supuesto de que la humanidad mejora genéticamente cuando ciertas personas sufren accidentes, muertes o esterilizaciones por un error absurdo. El ganador de la edición de 1987 fue para un cámara de televisión que dispuesto a lograr unas buenas imágenes de salto en paracaídas se tiró desde el avión sin haberse puesto el suyo.
ACTUACIÓN: haberlo pensado antes.
PREVENCIÓN: viajar, culturizarse y mantener un aceptable nivel de concentración son opciones bastante válidas para mantener nuestro cerebro en condiciones de supervivencia óptimas, aunque tristemente nada puede detener el continuo expandirse de la idiotez del ser humano