El glaciar de Qaleraliq, que desemboca en el fiordo de Tasermiut del sur de Groenlandia, ha retrocedido alrededor de 200 metros en un año. Así lo ha constatado el explorador polar Ramón Larramendi, que lleva más de 20 años acudiendo cada verano a esta zona y ha visto cómo desaparecía gran parte del frente glaciar en tiempo récord. “Este año la imagen es espectacular, pues se puede ver y circunnavegar un islote rocoso al desaparecer el hielo que lo unía a la tierra. Rocas que llevaban decenas de miles de años ocultas han salido a la luz. Es un cambio espectacular en tiempo récord”, señala el explorador y creador del eco-vehículo polar Trineo de Viento.
El deshielo en esta zona de Groenlandia se ha venido detectando desde los años 90 del siglo pasado. Investigadores como Weidick (en 2012) y Howat- Eddy (en 2011) ya publicaron que el 90% de los glaciares observados en la zona habían retrocedido entre los años 2000 y 2010 de forma muy rápida.
En el caso de Qaleraliq, este año, por vez primera, el islote se ve aislado del resto del frente glaciar. “Hace pocos años había 70 u 80 metros de hielo encima, y aún el año pasado estaba todo cubierto. Ahora, se mantiene una capa blanca encima, pero ya no forma parte del frente glaciar”, señala Larramendi. " Además del deshielo, hay una fuerte sequía, lo que está creando graves problemas a los granjeros", añade.
El promotor y creador del Trineo de Viento acaba de finalizar una expedición científica, en colaboración con investigadores de la base EastGRIP, del proyecto Dark Snow (sobre contaminación de la nieve), del proyecto Ice2Ice (sobre el deshielo y el aumento del nivel del mar) y con científicos españoles, para el estudio del impacto climático en esta isla del Ártico. El Trineo de Viento es el único eco-vehículo polar para la investigación científica y la exploración que existe en el mundo y ha recorrido ya más de 14.000 kilómetros por el Ártico y la Antártida.
Hay que señalar que el mes de junio ha sido el segundo más cálido a nivel global de los que se tienen registros y que si bien este invierno ha nevado más en Groenlandia, ello no parece impedir que el retroceso glaciar avance, con la descarga de hielo que ello supone.
En la última expedición del Trineo de Viento, finalizada hace unos días, la meteorología también fue favorable. “Prácticamente todos los días, a lo largo de 1.200 kilómetros, el cielo ha estado despejado, con temperaturas diurnas cercanas a cero grados. Con el sol, se provocaba un 'efecto invernadero' que hacía que sintiéramos auténtico calor dentro de las tiendas, hasta el punto de estar en manga corta a casi 3.000 metros de altitud”, señala el explorador.
Ahora, a su llegada a Qaleraliq, Larramendi ha podido constatar visualmente que el retroceso de los glaciares se acelera a gran velocidad, lo que supone que grandes cantidades de hielo están saliendo al océano. Los fiordos del sur, asegura, están llenos de icebergs de todos los tamaños.
Una investigación publicada recientemente en la revista Nature Climate Change señala que el nivel de los océanos crece 3,3 milímetros cada año a nivel global y que el 25% el deshielo de Groenlandia es la causa del 25% de ese aumento. El mismo estudio señala que solamente Groenlandia contiene suficiente agua congelada para hacer subir el nivel de los océanos unos siete metros.
WEB Trineo de Viento: http://www.trineodeviento.org/