La I Travesía Salome Campos se saldó con gran éxito de público y una amplia participación deportiva el pasado fin de semana en Bermeo.
FOTOS: Borja Agudo
La idea surgió con el fin de homenajear el hito logrado hace un siglo por Salome Campos, una de las fundadoras de Conservas Campos. Por aquel entonces, la bermeana ganó una apuesta de juventud que consistió en completar a nado precisamente la distancia existente entre el puerto de Bermeo y la isla de Izaro. La proeza deja claro el carácter y la vitalidad de una mujer que no sólo supo salir airosa de este reto sino que también logró abrirse camino como emprendedora en un mundo marcadamente masculino.
La travesía que lleva su nombre se ha hecho sobre el mismo trazado pero en el formato de ida y vuelta. Un total de 5.000 metros de los cuales 4.000 han sido en mar abierto, lejos del abrigo que podía proporcionar el espigón, con oleaje a través que forzaba a los nadadores a adecuar su respiración a la ida y cambiarla a la vuelta. El evento, en un entorno privilegiado a las puertas de la Reserva de Urdaibai, tuvo un atractivo especial porque aunque no parecía sencillo nadar en unas condiciones climatológicas que se intuían adversas, finalmente el tiempo acompañó.
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Una fina capa de sirimiri saludó a los nadadores y el descenso del mercurio hizo que la temperatura del agua entorno a los 20º- estuviese por encima de la ambiental. Eso sí, en mar abierto se dejó notar el oleaje a través y sobre todo un mar de fondo que complicó la prueba. A la dos de la tarde, tras un emotivo homenaje a la familia de Salome Campos, tomaron la salida las participantes femeninas y un cuarto de hora después partió la categoría masculina.
Entre las chicas, la primera en volver a tierra fue Lara Vicandi, con un tiempo de 1h07'56". La nadadora del CD Fortuna lo hizo además con el añadido de que completó el recorrido sin la protección que aporta el traje de neopreno. "Si lo llego a saber, claro que lo traigo", explicó nada más salir del agua sorprendida por las condiciones del campo: "El agua estaba más fría de lo normal, ha sido muy, muy duro sobre todo el tramo final llegando por el espigón. He notado mucho cambio de la ida a la vuelta, al final había mucha ola que te llevaba contra el muelle y te dificultaba la brazada, no se veía nada". Tras comprobarlo en su piel, la guipuzcoana rememoró la figura de Salome Campos y su hazaña: "Tuvo que ser increíble, no sé cómo pudo llegar hasta la isla".
Adnan Mustafic hizo buenos los pronósticos en categoría masculina. Fue el único en cubrir los cinco kilómetros por debajo de la hora. Su tiempo fue de 56'10". El nadador bosnio, afincado en Górliz, también se vio sorprendido por la dificultad del recorrido: "Se ha hecho muy larga y dura, al que no haya llevado neopreno seguro que bastante más". En su caso, con más dificultades según se iba acercando a Ízaro: "Había mucho oleaje a la ida, mucha corriente. Era imposible marcarse un rumbo, sólo ir pendiente de las boyas".
Ambos nadadores recibieron la txapela de honor y el obsequio de la conservera de manos del célebre cocinero David de Jorge que hizo las delicias del público al amenizar la velada con su gran sentido del humor. 60 kilos de Bonito del Norte Campos fueron para Vicandi y otros 95 para Mustafic. La I Travesía Salome Campos reunió además a un buen número de espectadores que no se quisieron perder ningún detalle de lo que acontecía en aguas del puerto de Bermeo. El éxito de la prueba consistió también en que esta viene a cubrir un hueco importante en el calendario de travesías en la costa vasca al tratarse de la larga distancia más larga por lo que se ha convertido desde su puesta en marcha en un referente en el mundo de la natación de fondo, zanjó Iñigo Etxeberria, responsable de organización de eventos del Club Deportivo Fortuna.