Intentar subir y superar obstáculos escalando o trepando quizás sea una habilidad natural desde nuestra más tierna infancia. Está claro: a los niños les atrae escalar. Actualmente existen un montón de centros donde los más pequeños pueden dar rienda suelta a sus aspiraciones verticales. Lo más recomendable es que hagan un curso y empiecen a escalar con seguridad, pero aquí os dejamos unos consejos, para papás y mamás escaladores, de nuestro experto Luis Torija, guía de montaña, escalador y padre, que quizás os puedan resultar interesantes para compatibilizar de la mejor de las maneras la vida familiar con vuestras andanzas en montaña.
#1 CAMBIA EL CRITERIO DE BÚSQUEDA DE ESCUELAS DE ESCALADA
Éste ha de dejar de ser el de la calidad de las vías, el de tus proyectos o el de la nueva escuela que te han contado. Busca escuelas con un pie de vía no cómodo, ¡comodísimo! Es la base tu jornada. Montarás campamento y tu mente descansará sabiendo que los niños no se pueden acercar a un precipicio o despeñarse al tropezar con una piedra. El simple hecho de tengan un espacio amplio para jugar hará que ellos estén cómodos y por lo tanto tú también.
#2 NO INSISTAS Y TE EMPEÑES EN QUE LOS NIÑOS ESCALEN
No tengas prisa, no se te escapa el tiempo ni estás dejando escapar a un portento de la escalada. Si ha de nacer otro Adam Ondra, nacerá. Yo soy de la opinión de que es mejor que ellos sean los que lo pidan a que les forcemos. En mi caso y en el de otros amigos lo que hacemos es dejarles jugar, trastear con una cuerda o cordino en los arboles e incluso les montamos algún columpio en los desplomes. Con esto ya les estamos poniendo arnés integral, casco y atándoles a una cuerda para colgarlos y balancearlos a 4 metros del suelo. Su concepto de escalada empieza a gustarles y llegan a casa pidiendo más.
#3 SAL CON FAMILIAS, AMIGOS O ESCALADORES QUE TENGAN NIÑOS DE EDADES PARECIDAS A LOS TUYOS
Es de vital importancia para que tengan su espacio y sean independientes en algo tan importante como es la socialización. Aunque no nos guste, cualquier otro niño nos da diez vueltas a la hora de que nuestros hijos se lo pasen bien. Disfrutarán durante la aproximación, en el pie de vía y durante la escalada se imitarán, verán cómo sus compañeros también escalan y entenderán que es algo normal en su entorno.
