Leo Houlding y Will Stanhope encadenan las Howser Towers

2.000 metros de escalada en una jornada inédita en Canadá.

Jorge Jiménez Ríos

Leo Houlding y Will Stanhope encadenan las Howser Towers
Leo Houlding y Will Stanhope encadenan las Howser Towers

23 horas y 30 minutos. Eso es lo que han necesitado Leo Houlding y Will Stanhope para firmar una actividad inédita: enlazar la ascensión de los tres colmillos que componen las Howser Towers y que forman un muro elegante y afilado en las Bugaboos de Canadá. Nunca nadie había encadenado sus cumbres en una sola jornada, para lo que el dúo debió escalar más de 2.000 metros de roca exigente (con dificultades que se mueven entre el 7b y 7b ).

Las Bugaboos son un paraíso de granito que astilla las geografías de la Columbia Británica y, desde luego, un objetivo ideal para el tipo de escalada de alguien como el británico Leo Houlding, que ya ha dado buena cuenta de granitos esenciales como el de Yosemite o el de la Isla de Baffin.

La cordada comenzaba su ascensión el 29 de agosto, negociando los 500 metros de la ruta "Chocolate Fudge Brownie" a la Torre Central, empleando 4 horas y 20 minutos y superando dificultades superiores al 7b. Descendieron hasta la base de la Torre Norte usando cuerdas fijas que ellos mismos habían instalado durante la escalada, permitiéndoles no sólo mayor seguridad, sino apurar los tiempos para su atracón de roca. Para el medio día, Houlding y Stanhope se medían con "Spicy Red Beans and Rice", una línea que funciona como variante directa a "All Along the Watch Tower", una de las grandes clásicas de Canadá. Alcanzaban los 3.412 metros de la Torre Norte con la noche sobre sus cabezas, lo que no frenaba sus ambiciones, desciendo directos a la entrada de la súper clásica ruta "Becky-Chouinard" de la Torre Sur, cuyas demandas atendían antes del amanecer del 30 de agosto.

Houlding describía la jornada como "un desafío extraordinario, tan duro que casi no lo conseguismos... de hecho sólo nos sobraron unos minutos del día". Teniendo en cuenta que Leo es uno de los grandes escaladores de la década y el canadiense Will Stanhope, aunque menos mediático, es igual de productivo y arrojado, la medida de este desafío no debe buscarse en las tablas de graduación. Es la visión de las cimas remotas y la búsqueda de los límites del esfuerzo los que marcan el tremendo reto deportivo que la cordada fulminaba en las Bugaboos.