El K2 invernal en vivo
Ha sido un día complicado para Denis Urubko en el K2. Su intento en solitario a la cima, en invierno y sin oxígeno, se veía frustrado cerca de los 7.400 metros a causa del empeoramiento de la meteo. Foco de una creciente polémica en los círculos alpinos, lo cierto es que su tentativa, partiendo ayer del Campo Base sin permiso del equipo, ha acaparado la atención de los aficionados al alpinismo y a las grandes gestas del ser humano. Audacia o temeridad, Urubko se lanzaba a un fabuloso envite en la montañas de las montañas.
Su gesto rebelde, desatendiendo la estrategia trazada por Wielicki, líder de la expedición, le ha costado no sólo un buen puñado críticas en Polonia, también su puesto en la expedición. El kazajo, nacionalizado polaco hace tres años, se retiraba del equipo al regresar esta tarde al CB, a donde llegaba tras pasar la noche en una grieta, amenazado por el invierno del Karakorum y por encima de los 7.000 metros. Todo el equipo apostado en el Campo Base, tras mantenerse preparados más de 24 horas por si se producía una emergencia, respira ahora tranquilo y en consenso con la decisión de Urubko, para quien el invierno finaliza el 28 de febrero. Clave para entender sus actos de la última jornada.
En una entrevista con Robert Jalocha, del canal polaco TVN24, Denis ha explicado los motivos que le llevaban a un envite considerado por otros muchos como una genialidad, propia de uno de los mejores himalayistas del mundo. "Era mi oportunidad de hacer algo, no podía quedarme sentado en el Campo Base. Decidí intentar un ataque y estoy satisfecho con ello. De no haberlo hecho, estaría furioso conmigo mismo". Urubko, fiel a sus principios alpinos, cederá el testigo a sus compañeros, para los que áun resta un mes de brega (hasta el 21 de marzo) con el único ochomil que no ha sido ascendido en invierno. "He vuelto sin llegar a la cima y sé que ha sido muy arriesgado. Había mucha nieve, la visibilidad era nula... terribles condiciones. La única decisión correcta, al final, era descender". Denis continúa: "No creo que tenga que pedir perdón. Todos hemos cometido errores. Wielicki me pidió que reconociese la ruta hasta el C3 y después, sin ningún motivo, me hizo bajar". Urubko, junto a Bielecki, alcanzaban esta temporada la segunda mayor altura hollada en el K2 en la estación fría: 7.400 metros. Durante esos días, en el Espolón de los Abruzzos, se abría una ventana de buen tiempo que ofrecía una prometedora posibilidad de cumbre el 20 de febrero, oportunidad que Denis ansiaba.
Otras dos cordadas permanecen en la montaña, a la espera de descender mañana a la seguridad del base. Marcin Kaczkan y Maciek Bedrejczuk se encuentran actualmente en el C2 (a una altura de 6.700 m), mientras Marek Chmielarski y Artur Małek pasaran la noche en un campo intermedio, levantado la pasada semana por Urubko y Bielecki, a 6.500 metros.
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Aniversario en el Nanga
Hoy, 26 de febrero, se cumplen dos años de la primera ascensión invernal al Nanga Parbat, protagonizada por Alex Txikon, Simone Moro y el paquistaní Ali Sadpara, con el notable apoyo de Tamara Lunger, que se retiraba a apenas cien metros de la cumbre. Otra actividad que fue directa a las enciclopedias del alpinismo y que dejaba la inédita invernal del K2 como el último gran problema a resolver en los Himalayas.
Esa hermosa mole solitaria que es el Nanga volvía a ponerse en el tintero esta temporada a causa del rescate de Elisabeth Revol, encabezado por Denis Urubko y Adam Bielecki, a los que agradecerá su solidaridad y tesón de por vida. La alpinista francesa, que hollaba la cima antes del conmovedor descenso, se convertía en la segunda mujer en la historia en ascender un ochomil en invierno. Lo hacía junto a ese asombroso polaco, Tomek Mackiewicz, que pagaba el precio más alto por la cumbre.