Dos primeras en el Karakorum

El K6 Oeste y Kunyang Chhish Este, dos sietemiles asaltados en la temporada estival para resolver los enigmas de sus hasta ahora vírgenes flancos Oeste. Julio de aperturas para dos equipos internacionales.

Jorge Jimenez

unnamedEl K6 Oeste y Kunyang Chhish Este, dos sietemiles asaltados en la temporada estival para resolver los enigmas de sus hasta ahora vírgenes flancos Oeste. Julio de aperturas para dos equipos internacionales.

El K6, con 7278 metros, ocupa el puesto 89º en la lista de montañas más altas de la tierra. Quizá por ello su esbelta pirámide ha pasado casi inadvertida para el alpinismo de vanguardia, contando con tan solo dos ascensiones, la primera en 1971 rubricada por un quinteto austríaco. En el afilado bastión donde se yergue, parte del macizo del Masherbrum, otras cimas subsidiarias han corrido la misma suerte. Es el caso del K6 Oeste, de 7.040 metros, cuya cima permanecía virgen a pesar del intento en 2007 de uno de los equipos más fuertes que el himalayismo ha podido contemplar: Marko Prezelj, Steve House y Vince Anderson se veían forzados a la retirada a causa de las condiciones de la nieve y una pésima meteorología.

Es el Karakorum amigos, donde los dioses de la tempestad juegan caprichosos sobre las cimas. Aunque a veces se muestran misericordiosos, como lo han hecho con la cordada del polaco Rafal Slawinski y el canadiense Ian Welsted, primeros en la cima de este impetuoso pico, el pasado 28 de julio.

La ascensión, realizada íntegramente en estilo alpino, les llevó tres jornadas de trabajos en pared y otras dos de descenso, debiendo vivaquear a causa de la meteo.

Sin título-17.400 metros menos
El cielo sobre las montañas del Karakorum ya se reservaba un misterio menos desde el 18 de julio, cuando la salida del sol descubría las figuras de Simon Anthamatten, Matthias Auer y Hansjörg Auer sobre la cumbre del Kunyang Chhish East (7.400 m), quienes habían pasado cuatro días estableciendo la primera ruta por su vertiente Suroeste. Esta pared, con sus desafiantes 2.700 metros de secretos, formaba parte de esa lista de “grandes problemas pendientes del alpinismo”, y también fue intentada por Steve House y Vince Anderson, sin éxito, en 2006.

“De lejos, uno de los grandes momentos de mi carrera como alpinista”, ha definido su actividad Hansjörg Auer, que no es precisamente un novicio y tiene en su haber ascensiones sobresalientes en agujas fabulosas del Karakorum como la Shipton Spire o la Torre Sin Nombre