Texto y fotos: Diego Sáinz,
A la vuelta de haber realizado con un grupo el trekking del Manaslu en Nepal, el guía Diego Sainz de la agencia de viajes Kora Trek nos cuenta sus impresiones después del terremoto que sorprendió a Nepal la pasada primavera, que tuvo el epicentro en el distrito de Gorkha, muy cerca del área del Manaslu.
Llegamos hace una semana de Nepal, donde hemos circunvalado uno de los ochomiles más bellos del planeta, ¡el Manaslu! Los caminos que rodean este macizo, ofrecen una de las experiencias más auténticas que se puedan vivir en estos tiempos en el Himalaya, ya no solo por su variedad de paisajes, sino por sus gentes y formas de vida de un siglo pasado. Pero este año era altamente especial la experiencia, pues el terremoto que sorprendió a Nepal la pasada primavera, tuvo el epicentro en el distrito de Gorkha, muy cerca del área del Manaslu. 
Un mes después del terremoto, aterricé en Kathmandú para hacer un pequeño recorrido por ciertos lugares de Nepal y aunque ya lo sabía, me sorprendió ver Katmandú en unas condiciones tan buenas, pues si me guiara por lo que la mayor parte de los medios de comunicación informaron, en realidad debería estar llegando a una ciudad aniquilada, con la mayor parte de los edificios derrumbados y un caos generalizado. Pues no, sus carreteras estaban operativas, todos sus aeropuertos domésticos funcionando y la ciudad y el país, a pesar de lo ocurrido, parecía como si nunca hubiera pasado nada. Así lo vi yo y así lo han visto las personas que nos han acompañado este año a diferentes puntos del país.
En septiembre regresé a Nepal, al Reino de Mustang, otra de esas rutas que quedan esparcidas por el planeta y que son un verdadero tesoro. Durante los 20 días de estancia que estuvimos en Nepal, todo fue normal, en ningún momento veías lo que había pasado hace tan solo unos meses. Esta parte de Nepal que es la zona de Pokhara, Anapurnnas y Mustang, apenas notó el temblor y los pocos contratiempos que tuvimos fueron los típicos del monzón, bastante debilitado este año por suerte.
Pero hay algo que me llamó mucha la atención en cualquier sitio de Nepal por el que pasé y era la falta de viajeros, obvio; sobre todo por el cómo se desarrollaron las noticias del terremoto a nivel internacional. Una tercera vez más volé a Nepal este año, fue a primeros de octubre para hacer el trek del Manaslu. Me pareció ver algo más de turismo en Katmandú, pero poco más y octubre es temporada alta, como es Nepal en octubre: un mes de mucho turismo, viajeros por todas partes; y este año ni por asomo era eso que yo recordaba de otras veces, nada que ver.
Sabíamos que la ruta del Manaslu había sido dañada en varios sectores por el terremoto, pero también sabíamos que ya habían trabajado en los caminos y que se podía completar el circuito. En todo caso cuando iniciamos la ruta desde Arughat, nadie había hecho todavía el circuito después del terremoto, éramos los primeros. Luego durante los días que necesitamos para completar la ruta, otros pocos nos fueron alcanzando e incluso adelantando y el Paso Larkya La de 5.150 m lo pasaron antes. Nosotros éramos un grupo más grande y los únicos que íbamos en tienda de campaña y no usábamos los lodges del camino. Fuimos el primer grupo en cruzar el paso en esta temporada, ¡un día fascinante!
En Arughat, antes de iniciar la ruta de trekking, ya vimos algunas casas destrozadas, se notaba que era una zona que se había visto mucho más afectada que otras partes del país. En general la ruta que circunvala el Manaslu está en buenas condiciones, también los pueblos y aldeas por los que se pasa... pero durante un par de días del circuito, casi al inicio, vimos que el terremoto se cebó con ciertos lugares en ruta. Las imágenes de algunos pueblos eran dantescas, algunos casi destruidos en su totalidad y las avalanchas que habían caído de diferentes lugares, daban al paisaje un aire absolutamente salvaje y de destrucción.
El terremoto que ha sufrido Nepal este año ha sido desastroso, cierto, 9.000 fallecidos, muchas casas destruidas y todo un país aterrado por la experiencia, pero también es cierto que los medios de comunicación se han encargado de rematar a Nepal con noticias absolutamente desproporcionadas. Nepal es un país donde el turismo es una de sus pocas fuentes de riqueza, quizá la única, cientos de miles de nepalíes viven del turismo, sherpas, porteadores, refugios, hoteles, aerolíneas domésticas, restaurantes, tiendas... etc. y este año además del terremoto, han vivido otra gran crisis, que ha sido la de recibir tan solo un 25% de turismo y quedarse mucha gente sin ingresos.
Es muy posible que si se hubieran enfocado las noticias del terremoto desde un punto de vista más real y profesional, Nepal hubiera tenido un mayor número de visitas y muchas personas relacionadas con el sector turístico o no, hubieran podido mantener sus puestos de trabajo este año (un año tan importante debido al terremoto). No ha sido así, la insensibilidad internacional ha preferido vender más portadas de periódicos y aumentar la audiencia en televisiones a pesar de saber que podían hundir a un país tan frágil como Nepal.
¡A Nepal se puede ir! solo hay lugares muy puntuales que se han visto bastante afectados, el resto sigue tan mágico como siempre, de hecho ¡este año más! pues haber visitado Nepal sin apenas turismo, será uno de mis inolvidables recuerdos en estas cosas del viajar.
Nepal después del terremoto: reflexiones desde el Manaslu
