La Sierra del Eje o Do Eixo, es una cadena montañosa donde se localizan las alturas más elevadas de la comunidad gallega, en estos montes de orientación NE-SO se localizan las cumbres de Peña Trevinca con 2.127 m, Peña Negra con 2.121 m y Peña Surbia con 2.116 m de altitud.
Este grupo de montañas están compartidas entre los ayuntamientos de A Veiga y Carballeda de Valdeorras, en lo que se forma un grupo llamado Macizo de Peña Trevinca y limita con el Parque Natural de Sanabria en la vecina provincia de Zamora. Este fabuloso grupo de montañas está formado por rocas paleozoicas –granitos- pero muy metamorfizadas, dando origen a gneis, micacitas y gran cantidad de pizarras. En la parte central de esta macizo montañoso nacen varios ríos, el Tera vierte sus aguas hacia la parte zamorana, inundando el Lago de Sanabria, en la parte gallega el Casaio, Xarés, Bibei y Cabrera se tuercen buscando las aguas del rio Sil. Esta acción del agua han abierto profundos y escarpados cañones que finalizan en valles glaciares de montaña. Fue en la última glaciación de la era Cuaternaria, cuando se instaló en todo el macizo de Peña Trevinca una gran capa de hielo que fue deslizándose hasta crear los perfiles en forma de U, además de morrenas glaciares que dieron lugar a numerosos lagos y lagunas.
En la vertiente zamorana se localizan los lagos de Sanabria, Lacillo y los Peces, además de multitud de pequeñas lagunas que pueblan el cordal de altitud. En la vertiente gallega se encuentran Ocelo y A Serpe como las más destacadas. Es pues un espacio donde se hayan numerosos alicientes naturales que le ha valido la denominación de Lugar de Importancia Comunitaria y propuesto para la Red Natura 2000. Estas cumbres desprovistas de árboles y barridas por el viento se llenan de nieve en invierno y son un lugar perfecto para excursiones sobre raquetas, disfrutando de esta forma de las montañas del Macizo de Peña Trevinca.
El punto de inicio de la ruta se sitúa en Ponte, aldea situada al final de un hermoso valle de origen glaciar. En su vetusta arquitectura permanecen las huellas de los antiguos canteros medievales, un buen ejemplo es visitar la “Casa dos Baqueiros”, donde se puede observar en sus sillares varios grabados con escenas de jinetes a caballo; representaciones del sol, la luna y la concha, pero pasear por los estrechos pasillos que unen esta aldea es retroceder muy atrás en el tiempo, donde los balcones de madera y la ornamentación de la piedra otorgan identidad. Y es desde este lugar donde parte una ruta que permite la visita de varias lagunas glaciares. Hay que salir del pueblo cruzando el rio Xares y buscando los prados y el pequeño regato de Os Poulos. La pista está bien marcada y enseguida los 1.100 metros de altitud del pueblo se quedan atrás, esta primera parte será un ascenso continuado hasta las altas cimas. Después de dos kilómetros y medio y varios requiebros del camino estamos en una planicie de altura a 1.373 metros. Es en este lugar donde tenemos que hacer un giro a la izquierda entre pinos y robles hasta que las montañas se imponen encajonado cada vez más la pista por la que circulamos haciendo que perdamos todas las panorámicas del valle y los espacios abiertos.
Un cruce de caminos nos conducen a diferentes lagunas, el de la derecha lleva a los pequeños lagos de Carrizais y Laceira, es un pequeño desvío del camino pero merece la pena hacer el esfuerzo por su proximidad y lo agreste del paisaje, tan solo serán 650 metros hasta la primera de ellas. Una vez retornado al camino original y tras el Pico Ocelo se esconde la Laguna de Ocelo a 1.523 metros de altitud, en estos momentos rozamos la divisoria entre Galicia y Castilla-León, son pasos fronterizos por un ambiente inhóspito de alta montaña donde extensos valles glaciares y helados dan al lugar una sensación de aislamiento y tranquilidad. Transcurridos dos kilómetros y trecientos metros desde la laguna de Ocelo, llegamos a Lagoa da Serpe, de aspecto alargado y que contrasta con las formas redondeadas de las anteriores lagunas. En este lugar aparecen de nuevo las leyendas gallegas haciendo referencia a una terrible serpiente como guardiana de la laguna y no es seguro que el monstruo haya desaparecido. Las reglas son claras, nadie debe meterse en el agua, pues el riesgo es ser absorbido para siempre está latente y tampoco hay que beber agua de la laguna si queremos conservar la vida.
La senda, aunque oculta por la nieve, nos servía como referencia, pero a partir de la laguna, todo se confunde y se desvanece a los pies del agua. Hay que retroceder unos metros y buscar la forma de rodear un saliente rocoso y la ladera helada que desciende directamente a la laguna por su lado izquierdo. La cumbre de este espolón es el Fial, el punto de mayor altitud de toda la ruta, los 1.841 metros. A partir de aquí, nos espera una larga bajada por las laderas despejadas de árboles que pueden llevar a engaño en las distancias. El próximo destino es el “escobal” y una caseta de cazadores puede servir de refugio improvisado en caso de necesidad y un buen lugar de referencia. Desde la caseta es bien visible la dirección que debemos tomar para llegar al pueblo, un largo descenso para alcanzar el punto de partida por tierras de Peña Trevinca.
GUIA PRÁCTICA
Dificultad: Media alta.
Desnivel: 742 m.
Distancia: 14 kms.
Tiempo: 6 horas, aunque depende del estado de la nieve.
Punto de partida y llegada: Ruta circular con inicio y fin en la aldea de Porto.
Cómo llegar: Para llegar a Veiga una opción es hacerlo a través de la autovía A-52 para desviarnos en A Gudiña y desde allí tomar la carretera OU-533 hasta el Alto do Covelo, donde tomaremos la desviación por la OUR-CV-2 hasta A Veiga. Desde la Oficina de Turismo de A Veiga, nos dirigimos al núcleo de A Ponte (que dista 15 km de A Veiga). Si nuestra procedencia es Ponferrada otra manera es llegar a A Rua y desde allí tomar la OU-533 hasta el mencionado puerto do Covelo.
Consejos: Esta es una ruta larga, es pues importante medir nuestras fuerzas y analizar el estado de la nieve para una correcta progresión. No debemos emprenderla con tiempo incierto o niebla.
Más información:
aveiga.es