Puentes colgantes empotrados en cañones de piedra, acueductos milenarios perdidos en el tiempo, pasarelas suspendidas en abismos fluviales y murallas de piedra talladas en cientos de escalones por los antiguos moriscos levantinos combinan los escenarios de los senderos de vértigo elegidos para disparar las emociones de los senderistas osados. Caminos en el aire de las montañas, la soledad de los bosques y los desfiladeros más salvajes e inaccesibles para entrar en los dominios más íntimos y sugerentes del reino de la naturaleza.
Camino Natural de Montfalcó
Situación: sierra de Montsec (Huesca).
Punto de partida y llegada: Montfalcó (Viacamp).
Distancia: 9,2 kilómetros.
Desnivel positivo: 520 metros.
Tipo de recorrido: lineal.
El embalse de Canelles fue construido en 1960 en el desfiladero calcáreo de Montrebei, uno de los tramos más agrestes del pirenaico río Noguera Ribagorzana, con paredes que superan quinientos metros de altura, en la linde fluvial de las provincias de Lérida y Huesca. El soberbio muro de la presa remansa el pantano más grande de la cuenca del Segre y el segundo de la cuenca del Ebro, después del embalse de Mequinenza. Las aguas del inmenso lago artificial cortaron los caminos tradicionales entre los pueblos catalanes del Montsec d’Ares y la vertiente aragonesa del Montsec d’Estell. La inauguración del Camino Natural de Montfalcó al Congost de Mont-Rebei ha recuperado un paso histórico mediante la construcción de una emocionante pasarela que está empotrada en las murallas de piedra y parece volar sobre las aguas turquesas del estirado pantano. El primer panel del camino natural está en el albergue de montaña Casa Batllé, en el despoblado de Montfalcó, a unos diez kilómetros de Viacamp por una pista de tierra adecuada para todo tipo de vehículos. El cartel presenta el recorrido de la ruta y advierte de los pasos aéreos a las personas que tienen vértigo. La bajada hasta la zona recreativa de la fuente de Montfalcó es un itinerario temático con miradores y paneles interpretativos de la flora, la fauna y el paisaje del cañón, territorio de águila real, halcón peregrino, alimoche y quebrantahuesos.
Los hitos de madera llevan el sendero por una ladera de bosque mediterráneo, pasan por las ruinas del Corral de las Viñas y bajan al primer tramo de escaleras. Los peldaños están bien clavados en la pared caliza y tienen una sirga de acero de pasamanos pero hay que extremar la precaución y ser conscientes de los riesgos que supone cometer imprudencias. Los pasajes más estrechos, donde hay que pasar en fila, están completamente suspendidos en el vacío. El camino recorre una rampa rocosa y supera el segundo tramo de escaleras, más largo y aéreo que el anterior. La panorámica de las fortalezas calcáreas de Montrebei es impresionante. Poco después aparece el puente colgante que salva el río Noguera Ribagorzana en el Congost de Siegué y la posibilidad de enlazar con el GR-1, Sendero Histórico, para continuar hacia La Marieta, por el desfiladero de Montrebei, o hacia Corça por la ermita de la Pertusa. La vuelta a Montfalcó es por el mismo camino, recorriendo de nuevo las vertiginosas pasarelas del camino natural. Antes de cerrar la ruta hay que visitar la ermita de Santa Quiteria, cerca del albergue, las vistas son fantásticas.
Cañón del río Mao
Situación: Ribeira Sacra (Orense).
Punto de partida y llegada: A Fábrica da Luz (Barxacova/Parada de Sil)
Distancia: 3,8 kilómetros.
Desnivel positivo: 220 metros.
Tipo de recorrido: lineal.
La Ribeira Sacra gallega es un extenso territorio en las provincias de Lugo y Orense sobre las escarpadas orillas de los ríos Miño y Sil, un fabuloso paisaje fluvial en un acogedor ambiente rural de prados verdes, pintorescos pueblos de piedra de otro tiempo que conservan la herencia de las viejas tradiciones y una curiosa arquitectura popular, rodeados de vetustos castañares y frondosas carballedas. La riqueza natural de la ribera sagrada gallega y el aislamiento proporcionado por los quebrados cañones fluviales facilitó la fundación de importantes monasterios y cenobios en el borde de la meseta campesina. Los monjes benedictinos establecieron su hegemonía durante siglos y consolidaron la cultura del vino durante la Edad Media, marcando las pautas de una tradición que se ha convertido en un destacado recurso turístico. El río Mao es uno de los afluentes notables del Sil en la Terra de Caldelas, un barranco salvaje y aislado entre hileras de vides y aldeas centenarias distribuidas con estilo y naturalidad en las colinas, los collados y los rincones más llamativos y sorprendentes del enorme valle del río Sil.
Los promotores del senderismo en la Ribeira Sacra han construido una pasarela peatonal suspendida sobre los bosques ribereños y los cortados rocosos del cañón del río Mao, entre la antigua Fábrica da Luz, convertida actualmente en un aula de naturaleza y albergue, y el mirador A Mirada Máxica, cerca de una bonita laguna en el camino de Barxacova. La frondosidad de la vegetación en el interior del barranco reduce la sensación de vértigo pero tiene varios tramos de escaleras con pasos aéreos. La aldea de Barxacova está acoplada en la ladera del valle, encima de la desembocadura del río Mao en el Sil, es una estampa del mundo rural vinculada al viñedo y el paisaje sereno, hermoso y acogedor del cañón del Sil, que navega apacible en el remanso del embalse de Santo Estevo. La ruta de las pasarelas del río Mao se puede combinar con el sendero señalizado PR-G 177 para conocer plenamente el reino de la viticultura denominada “heroica”, visitar la necrópolis medieval y el santuario rupestre de San Vítor, el puente romano de Conceliñas y recorrer un paisaje rural vivo y esencial del agro gallego en la Terra de Caldelas orensana que es fruto de la dedicación, el trabajo, el agua y el sol., un paisaje cautivador.
Hoz de Tragavivos
Situación: Parque Natural Serranía de Cuenca (Cuenca).
Punto de partida y llegada: Embalse del Molino de Chincha (Puente Vadillos).
Distancia: 15,2 kilómetros.
Desnivel positivo: 280 metros.
Tipo de recorrido: lineal.
Puente Vadillos es una pedanía del municipio conquense de Cañizares con una notable popularidad entre los aficionados al senderismo, la bicicleta de montaña y las actividades en la naturaleza por el Parque Natural Serranía de Cuenca porque es la puerta de varios parajes de gran espectacularidad y calidad ambiental, como la extraordinaria hoz de Beteta, el cañón del río Cuervo por el balneario de Solán de Cabras y hoz de Tragavivos, en el desfiladero del río Guadiela, una garganta agreste y salvaje de accesos muy complicados. El mejor modo, y casi el único, de recorrer caminando Tragavivos es por el muro del Canal de Chincha, que lleva corriente de agua desde el embalse del Molino de Chinca hasta la central hidroeléctrica del Infiernillo, cerca de la Herrería de Santa Cristina. El coche se puede llevar con cuidado y paciencia hasta el muro del embalse por la pista de tierra que sale de Puente Vadillos. Primero hay que atravesar la presa por una pasarela, rodear con cuidado la toma del canal y comienza un excitante paseo de vértigo por el muro derecho de la canalización, de unos cuarenta centímetros de anchura. La corriente de agua suele ser fuerte y en caso de caída la única manera de salir, después de un buen remojón, sería aprovechando los tirantes que sujetan los muros laterales. Y en el lado del barranco hay pasajes que exigen mucha precaución por la altura de la pared.
Los dos primeros kilómetros son espectaculares, hasta la curva del estrecho de los Madereros, en la desembocadura del barranco de la Pobedilla. El canal atraviesa el muro calcáreo por un túnel fácil de rodear por la derecha y entra en los parajes más sobrecogedores de Tragavivos. Los pinares intentan forrar los relieves de las montañas pero las torres de caliza despuntan por todas partes, imponiendo su dominio de roca viva y desnuda, refugio de alimoches, buitres, halcones y águilas. En algunos lugares aparecen pequeñas construcciones del canal que sirven para descansar la inquietud por caminar constantemente al borde del abismo, hasta que la construcción se cuela en un largo túnel y no queda más remedio que descender hasta la orilla del río Guadiela por una ladera con abundante maleza, enfrente del gran cañón de la Hoz Somera. El sendero remonta la cuesta más adelante por un sendero claro y continúa la vertiginosa travesía. El canal termina en la Central del Infiernillo, donde surge la posibilidad de bajar al puente del Guadiela para subir hasta el caserío de Santa Cristina. Y también se puede dar la vuelta directamente antes de bajar a la central. En cualquier caso la vuelta es por el mismo camino.
Caminito del Rey
Situación: Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes (Málaga).
Punto de partida y llegada: El Chorro (Álora).
Distancia: 7,7 kilómetros.
Desnivel positivo: 110 metros.
Tipo de recorrido: lineal.
El popular Caminito del Rey es la estrella de los caminos de vértigo peninsulares. Cuando el rey Alfonso XIII inauguró la vertiginosa pasarela construida en los primeros años del siglo XX para el mantenimiento de la obra de ingeniería hidráulica en los dos tramos más angostos, inaccesibles y escarpados del desfiladero de los Gaitanes, quedó tan impresionado que otorgó el título de conde de Guadalhorce al arquitecto del proyecto, dando el nombre de Caminito del Rey al impresionante camino artificial. Durante décadas fue usado por los trabajadores de las centrales hidroeléctricas y después por senderistas y escaladores, que encontraron en las bóvedas gigantes y las murallas de piedra del desfiladero un lugar inigualable para desafiar a la gravedad. En los últimos años la pasarela original fue abandonada y entró en un deterioro imparable hasta quedar inaccesible y peligrosa. En marzo de 2014 comenzó la construcción de una nueva pasarela de madera promovida por la Diputación de Málaga, pues resultaba menos costoso que reparar la original. La obra fue encargada a un equipo de operarios alpinistas y un año después, el 28 de marzo de 2015, fue inaugurado el nuevo Caminito del Rey, dejando para la historia el “caminito más peligroso del mundo”.
La visita se realiza exclusivamente mediante la central de reservas de la web del Caminito del Rey (www.caminitodelrey.info). El itinerario completo tiene 7,7 kilómetros, con 3,5 kilómetros de pasarelas, y dura unas cuatro horas. El recorrido es lineal y existe un servicio de lanzaderas entre las dos entradas, en El Chorro y el Pantano del Chorro, para evitar la combinación de dos vehículos. El paso más vertiginoso y espectacular es el puente colgante de los Gaitanes, muy cerca del puente original de 1924. El nuevo tiene 34 metros de longitud y está suspendido en el vacío cien metros de altura sobre el hilo de agua del río Guadalhorce. Los visitantes deben consultar las recomendaciones antes de hacer la ruta y, sobre todo, ser conscientes del ambiente aéreo constante de la travesía en el interior del desfiladero. En muchos tramos no existe la posibilidad de salir de la pasarela para relajar la tensión y tranquilizar la ansiedad que pueden provocar las grandes altura en las personas poco acostumbradas al vacío.
Acueducto de Peña Cortada
Situación: comarca de Los Serranos (Valencia).
Punto de partida y llegada: Calles.
Distancia: 12,2 kilómetros.
Desnivel positivo: 260 metros.
Tipo de recorrido: circular.
Los especialistas aseguran que es el tercer acueducto en notoriedad histórica y arquitectónica de España construido por los romanos, después de los acueductos de Segovia y Tarragona. La captación de agua está en un pequeño dique del río Chelva, cerca de Tuéjar, y coincide con el actual Canal Principal o acequia mayor de Chelva. Los restos más importantes de la fábrica original romana están en la ladera del cerro de Torre de Castro y en los barrancos de la Cueva del Gato y de Alcotas. La ruta está señalizada con hitos amarillos y blancos del sendero PR-CV 92. El camino sale de la ermita de Santa Quiteria, en Calles, y sigue la rambla de Alcotas. En el barranco del Mas de Solaz sale por la derecha el desvío de Torre Castro, con restos arqueológicos del acueducto recuperados en 2001. La pista pasa por una fuente y termina antes de entrar en el tramo más angosto del barranco. El camino principal sigue las indicaciones del PR-CV 92 hacia Peña Cortada y deja por la derecha el desvío de la rambla de Alcotas. El sendero está construido en los resaltes rocosos de la ladera de la garganta mediante pasarelas, escalones y barandillas de madera que facilitan la ascensión en un terreno agreste y vertiginoso. La entrada del acueducto está al final de la subida, después de un pequeño mirador con paneles sobre los valores históricos y geológicos de la construcción romana.
La primitiva conducción de agua perfora la montaña por una sucesión de túneles que tienen orificios laterales para que entre luz natural y no es necesario llevar linterna. Al final de los túneles aparece la Peña Cortada que da nombre al paraje, llamada también La Serrada, una brecha impecable de 25 metros de altura y 50 metros de longitud tallada en la roca caliza en dos tramos. Y después la magnífica obra del puente acueducto, en el barranco de la Cueva del Gato, el elemento más espectacular y mejor conservado del conjunto, con tres arcos levantados en la técnica arquitectónica opus quadratum, tiene una altura de 18 metros, 36 metros de longitud y 2,6 metros de anchura. Es el tramo más peligroso y vertiginoso del sendero porque han desaparecido los muros laterales. La ruta baja de la montaña por caminos rurales y visita las calles de Chelva, con sus barrios judío, árabe y cristiano, la Casa de la villa, el Portal de Azoque o la imponente iglesia arciprestal entre otros atractivos monumentales. Las marcas amarillas y blancas atraviesan el río Chelva y siguen el Sendero del Agua hasta las inmediaciones de Calles.
Barranco del Infierno
Situación: Vall de Laguar (Alicante).
Punto de partida y llegada: Fleix.
Distancia: 14,5 kilómetros.
Desnivel positivo: 780 metros.
Tipo de recorrido: circular.
Los 6873 escalones construidos por los antiguos moriscos levantinos para entrar en las entrañas de las inhóspitas sierras alicantinas del Vall de Laguar están considerados la catedral del senderismo, el nombre popular de esta extraordinaria ruta en las garrigas mediterráneas de las hoces calcáreas del río Girona. El camino es una auténtica obra de ingeniería caminera y una exposición de los viejos estilos de vida, con pozos, antiguas cabañas de piedra (juvees) usadas en tiempo de recolección, bancales y acequias. La ruta sigue el sendero PR-CV 147 desde Fleix por el camino de la Font Grossa y en el lavadero toma el desvío de Juvees d’Enmig. Los escalones aparecen en el primer paso, pasan el ojo de piedra del barranco de Fleix y descienden hasta las profundidades de la garganta del río Girona. El viejo camino árabe dibuja varias horquillas perfectas en la empinada ladera del barranco y sube al Pou de Juvea, final del primer tramo de escalones. El sendero sigue una pista medio asfaltada hasta el poblado de Juvees d’Enmig y toma el desvío del Pla de l’Avenc, punto de partida de la aproximación al descenso deportivo del Barranc de l’Infern, con un panel de las especificaciones técnicas en el inicio del camino.
La ruta sigue el sendero hasta el lecho del sobrecogedor barranco del Infierno y emprende la ascensión del segundo “diente de sierra” del itinerario para subir al poblado de Juvees de Dalt, rodeado de las paredes de los viejos bancales moriscos. El tramo entre las dos antiguas aldeas campesinas es escarpado y pedregoso, apenas quedan restos de los escalones, con un rincón acogedor en la Font de Reinás, un auténtico oasis en días de calor. Los galones blancos y amarillos dejan las ruinas de Juvees de Dalt por el barranco de Racons, que también está equipado para el descenso deportivo, y sube el último repecho del recorrido por los escalones de Costeres Baixes. Una de las últimas horquillas es un mirador natural del cañón del río Girona y el litoral del Mediterráneo entre las cumbres de la sierra. Los escalones terminan en la carretera de Benimaurell, hay que pasar por el pueblo y seguir un camino rural, marcado con los galones del PR-CV 147, que sale del lavadero local y lleva hasta Fleix.