Artículos de pantalones para montaña y naturaleza se han escrito muchos, pero tan prácticos como éste encontrarás pocos. Descubre con nosotros qué tipo de pantalones necesitas para tu actividad favorita, qué ofrecen en realidad los diferentes tipos y dónde flaquean.
Normalmente dedicamos mayor tiempo a informarnos sobre una chaqueta impermeable o de plumas que sobre los pantalones, una prenda que usaremos mucho más a menudo. Colgados en los percheros, la mayoría de los pantalones se parecen entre sí alarmantemente, pero hay una variedad elevada de tipos diferentes que merece la pena conocer. En este artículo pretendemos aportar una visión práctica, resumida o si se quiere simplificada, para no terminar perdidos/as entre tecnicismos poco útiles y etiquetas casi incomprensibles.
Parece increíble, pero en los 40 años que llevo leyendo artículos sobre material en revistas europeas y norteamericanas nunca he visto ni un solo texto dedicado a abordar en exclusiva la problemática de la impermeabilidad, pese a su gran importancia técnica y comercial. Las siguientes líneas intentan clarificar dónde nos encontramos actualmente.
DOS GRANDES CATEGORÍAS
Existen varios criterios para agrupar los pantalones. El más sencillo y en teoría suficientemente claro los clasifica en prendas para caminar con tiempo seco y prendas para tiempo húmedo, si bien existen opciones híbridas que pueden permitir las dos cosas (por ejemplo los tipo Softshell). Que aguanten lluvia o no es un extremo que debería estar meridianamente claro entre consumidores y vendedores, pero se genera bastante confusión por términos a priori ambiguos como “hidrofugado”, “hidrorrepelente”, “resistente al agua” y los no siempre acertados consejos tanto de amigos como de dependientes o prescriptores dudosos en Internet. Otra forma de distinguirlos en un primer paso sería hablar de pantalones para estaciones no invernales y para cuando vamos a la nieve o hace mucho frío, pero aquí tropezamos con que la pertenencia a un grupo u a otro no implica necesariamente cualidades impermeables.
Es relativamente habitual ver mojarse a alguien con un pantalón nuevo respecto al que alguien le había asegurado el típico “esto no cala nunca”.
DIEZ TIPOS FUNDAMENTALES
En el siguiente listado aparecen una o varias de las prendas que necesitaremos para hacer actividad:
1) Pantalón interior (malla), 2) Pantalón de forro polar fino, 3) “Mallalón”, 4) Poliamida fina, 5) Poliamida gruesa (tipo Cordura), 6) Bielástico fino, 7) Bielástico grueso, 8) Cortaviento (tipo Softhshell), 9) Pantalón-chubasquero y 10) Pantalón impermeable grueso. Existen también pantalones con relleno térmico, sintético tipo Primaloft o de pluma, específicos de actividades tipo esquí de pista y expediciones, que no son objeto de este artículo.
1) Pantalón interior
Normalmente el pantalón interior es una primer capa tipo malla que sirve para añadir aislamiento térmico bajo pantalones exteriores demasiado finos cuando hace frío. La mayoría están confeccionados con un tejido ligero de poliéster, con fibras “calientes” Thermolite o similares. Se utilizan bastante menos que las camisetas, pero cumplen su función para proteger a personas frioleras, con temperaturas muy bajas (inferiores a -5ºC) o para combinar con nuestro pantalón habitual si vamos a caminar por media montaña invernal con nieve poco profunda. Cuestan de 30 a 70 euros.
2) Pantalón de forro polar elástico
Un forro polar fino de poliéster, de unos 100 g/m2 con filamentos elásticos tipo elastán o lycra y exterior liso de poliamida es una manera cómoda de vestirse con frío seco. Ligero, agradable y de resistencia limitada a enganchones. De 50 a 100 euros.
3) “Mallalón”
Es un término reciente, acuñado por el alpinista madrileño David Gómez Alandi, que alude a opciones híbridas entre un pantalón bielástico y una malla con refuerzos. Interesante para deportistas que necesiten movilidad junto a una cierta resistencia en terrenos abrasivos (roca y/o bosque). La italiana firma Montura es quien más los ha popularizado entre esquiadores de montaña y alpinistas. De 80 a 200 euros.
4) Poliamida fina
Se trata del pantalón de senderismo más vendido y cuya poliamida o nailon sustituye al algodón tradicional (el cual era demasiado lento en cuanto a secado y poco resistente a enganchones), normalmente en colores tierra o grises. Son confortables entre los 5 y los 30ºC. Pesan menos de 400 gramos y las diferencias de precio varían mucho: desde 30 euros los más sencillos a los 120 euros los de mayor calidad (que ocasionalmente incluyen perneras desmontables para actividades tipo Camino de Santiago o turismo rural estival). Las versiones de pierna corta tipo “pirata” están bien para escalada deportiva/rocódromo o senderismo en verano por terreno sin vegetación, pero resultan desaconsejables para uso general.
5) Poliamida gruesa (tipo Cordura)
Son pantalones confeccionados con un nailon de alta tenacidad y el tejido es excepcionalmente resistente al desgarro, perforación y abrasión. Duran del doble al cuádruple que las otras opciones y no es raro ver a curtidos montañeros con pantalones de este tipo que les han durado ¡diez años! Estuvieron en los noventa de moda, pero ahora han cedido su popularidad a los bielásticos. Cuestan de 70 a 100 euros.
6) Bielástico fino
Modelo de tejido elástico a lo ancho y a lo largo que ofrece muy buena movilidad si el patronaje es de calidad, lo que no siempre ocurre en los modelos más económicos. Agradables al tacto y de rápido secado, son los preferidos en el consabido pero no muy aconsejable color negro (inadecuado si necesitas hacerte visible en un rescate) por buena parte de los senderistas españoles y franceses. Su resistencia a los enganchones es limitada y cuestan de 50 a 120 euros.
7) Bielástico grueso
De aspecto exterior idéntico a los anteriores pero con afelpado, “pelusa” o cardado interior que mejora su capacidad de aislamiento térmico. Suelen fabricarse en dos espesores: medio-grueso y extragrueso. Interesantes para temperaturas inferiores a 5ºC. Atención a las exageraciones facilitadas en ocasiones por algunos fabricantes respecto a este tipo de pantalones: hemos visto en 2017 modelos confortables hasta -5ºC reales declarados como calientes hasta -20ºC. Pesan alrededor de 500 gramos y cuestan de 70 a 200 euros en función de su calidad y tecnicidad.
8) Cortaviento
Pantalones invernales con inserción de membrana cortaviento tipos Windstopper Gore-Tex o Softshell. Agradables entre 10 y -10ºC. Son una solución excelente para ir protegido contra el viento (hasta unos 80 km/h), frío y humedad con una sola prenda. Demasiado calurosos para actividades muy
aeróbicas y en general caros: de 100 a 180 euros.
9) Pantalón-chubasquero
Cubrepantalón o pantalón impermeable y transpirable fino, para ponerse encima del pantalón estándar cuando llueve o hacemos una actividad de media-baja dificultad en nieve. Lo ideal es que pesen menos de 400 gramos y la columna de agua supere los 10.000 milímetros. Sin duda, constituye la prenda más injustamente olvidada por senderistas y montañeros, pues sólo suelen protegerse de la lluvia con una chaqueta, algo aceptable en verano pero erróneo en invierno. De 100 a 250 euros.
10) Pantalón impermeable grueso
Prenda con laminado de tres capas, tipo Gore-Tex Pro o similar. Muy impermeable, bastante transpirable y con una resistencia a la abrasión y desgarro superior a otros tejidos de dos capas. Pantalón pensado para alpinismo invernal, suelen alcanza los 600-700 gramos y requerir un desembolso importante: de 200 a 500 euros según modelos y fabricante. Columna de agua mínima recomendada: 20.000 milímetros.
QUÉ MÁS NECESITAMOS SABER
Antes de pasar por la caja del establecimiento a pagar tenemos que tener claro que:
- Los pantalones muy baratos no suelen durar más de 2 ó 3 años. Nacieron como respuesta comercial para cubrir las necesidades de los senderistas ocasionales, pero resultan insostenibles ambientalmente para practicantes asiduos por su limitada duración respecto a otros más longevos.
- Que en las rodillas o traseros haya un tejido de otro color no implica que necesariamente sea un refuerzo. Los refuerzos (con el tejido principal de pantalón debajo) aumentan la duración de la prenda, pero también algo el peso y el tiempo de secado.
- Atención a distinguir un pantalón de tejido estándar, no impermeable, de productos sólo algo impermeables (columna de agua inferior a 5.000 mm) o muy impermeables (columna de 20.000 mm o más). Afortunadamente hemos leído recientemente en los catálogos de algunos confeccionistas advertencias sobre este importante tema, que tanto confunde a los consumidores. En el caso de un pantalón de Quechua bielástico que aparece en el muestrario del presente artículo, nos agradó leer en la web : “Atención, este producto no es impermeable. El efecto perlante evita que el pantalón se moje demasiado rápido, pero no conservará el cuerpo seco en caso de lluvia”.
- Si usas pantalones de montaña casi a diario en ciudad o en viaje largos te interesará adquirir un pantalón vaquero de escalada. Son muy cómodos y al estar confeccionados en algodón transpiran mejor, se muestran más higiénicos e irritan menos la piel que los de poliéster o poliamida.
- Cuando más “moderno” y complejo sea el aspecto del pantalón, más oportunidades suelen aparecer de longevidad limitada: bolsillos pegados en vez de cosidos, piezas reflectantes o un exceso visual y físico de cremalleras se deteriorarán antes que los de modelos con diseños más sobrios.