Las 7 claves para un equipo ligero

Entre 4 y 8 kilos menos en tus salidas.

Tino Nuñez

Las 7 claves para un equipo ligero
Las 7 claves para un equipo ligero

Cargar con menos peso es más sencillo de lo que crees. Material, estrategia y comprar una báscula son algunas de las claves que te proponemos para lograr la tan deseada ligereza máxima.

Son muy pocos los consumidores que preguntan en el punto de venta cuánto pesa el calzado o una mochila en vacío y muchos los que ni miran cuánto gas hay que cargar para preparar una reparadora cena de pasta demasiado lenta. Ahórrate esos kilogramos de más viniéndote con nosotros…

1) Conoce las ventajas
Quienes practicamos actividades en la naturaleza sabemos de sobra que nos gusta ir ligeros, pero quizá sólo conocemos parte de sus ventajas. Entre las más importantes figuran:
- A menos peso, inferior cansancio. Estar menos fatigado significa disfrutar más, tener mayor margen de seguridad y tiempo para terminar una actividad, disponer de fuerza extra para ayudar a un accidentado, estar de mejor humor y por lo tanto mostrarse menos vulnerables o menos desanimados ante cualquier contratiempo…
- Si empleas material ligero significa que tienes margen para incrementar los productos de primera necesidad: no tendrás que racanear en exceso con el agua o con la comida, una segunda batería del móvil, incluir un minibotiquín, etc.
- Ciertos materiales livianos animan a llevarlos siempre encima; los de peso “normal” a veces los dejamos en casa porque creemos que para una actividad corta con buen tiempo no se necesitan: chaqueta/chubasquero impermeable, minilinterna frontal de diodos, bastones plegables en “Z”…
- A menudo materiales más ligeros conllevan menor volumen y por lo tanto mejorar la libertad de movimientos durante el viaje y en la actividad.

2) Asume las desventajas
Una actitud responsable también implica admitir que no todo es maravilloso cuando se aligera:
- A menudo los productos más ligeros se rompen antes u ofrecen menos prestaciones que otros más pesados (por ejemplo ropa que abriga menos o calzado con inferior amortiguación).
- Si son de buena calidad pueden tener un precio superior, desde un 30 a un cien por 100 más, algo muy habitual en los mejores sacos de dormir o tiendas de campaña de gama alta.
- La tentación de ir extremadamente ligero puede conducirte a errores graves, como llevar insuficiente vestimenta para afrontar un cambio inesperado de tiempo o deshidratarte por incluir muy poca agua. Lo pasarás mal si no vigilas con cuidado cuándo, dónde y con qué apuras. La montaña puede recordarte con una “bofetada” repentina que no es sólo un sitio para hacer deporte.

3) Crea tu propia estrategia
Carga menos peso teniendo en cuenta los siguientes puntos críticos:
- Atención al tamaño de nuestra mochila, sobre todo si es grande. Capacidad elevada significa mayores tentaciones de incluir elementos superfluos.
- Intenta que algunos productos te sirvan para varias cosas. Por ejemplo: la chaqueta de plumas de 400 gramos con la que abrigas por el día te posibilita llevar un saco medio kilo más ligero para dormir con ella puesta por la noche.
- Tener controlados los puntos de aprovisionamiento de agua evita cargar como un burro en salidas de varios días, pero te obligará también a incluir pastillas potabilizadoras. También puedes llenar botellas de agua en dichos puntos y esconderlas más adelante a medio camino para beber en el regreso (si es que vuelves por el mismo itinerario).
- Si tienes acceso a puntos de agua, teniendo cuidado en la selección de la comida deshidratada más rápida, puedes ahorrar varios kilogramos en las salidas de varios días (incluyendo cargar con menos bombonas de gas al cocinar productos que se hacen en 3 minutos en vez de en 10-12 minutos).
- Ojo a los compañeros “jetas”, esos que nunca llevan agua o no quieren ayudarte a portear la tienda de campaña, que te piden tu ropa extra cuando hace frío mientras tú te hielas o a la sobreprotección de la pareja.
- Los refugios guardados son un importante aliado para llevar menos peso, pero a cambio te toca pagar y disfrutar menos de la intimidad en la naturaleza y del silencio.

4) Compra una báscula.
Ni lo dudes, necesitas una báscula en la que pesar todo tu material en casa. Lo ideal es que tenga una precisión mínima de 5 gramos y que te sirva para alcanzar los 3 kilogramos. Los precios son extremadamente dispares, desde unos 20 a unos 100 €, pero por 30-40 €. Hay básculas digitales de cocina excelentes, fabricadas en la Unión Europea y que pueden darte servicio durante más de diez años sin avería alguna.

5) Haz dos listas de pesos
En hojas separadas apunta el peso de tus opciones de material más ligeras y más pesadas o utilizadas habitualmente. Te llevarás muchas sorpresas. Ese jersey de forro polar que no sueles incluir pesa mucho menos que tu cámara de fotos y tu colchoneta autoinflable supone cargar con medio kilo más que la convencional. Enseguida verás que en una lista “ligera” para una salida con pernocta tendrás un total de 4 ó 5 kilogramos menos que en la lista “normal”. No olvides pesar tus diferentes pares de calzado, chaquetas y pantalones ¡y mochilas en vacío! Te llevarás muchas sorpresas, créeme.

6) En qué se ahorra más peso
De todos los materiales que se emplean en el campo y la montaña, tienes que mostrarte especialmente atento con el peso de:
- Tiendas de campaña. Para dos plazas 3-3,5 kg resulta habitual, peo las opciones ligeras (preferir que tengan también doble techo) de igual habitabilidad pesan la mitad. Precaución con las microtiendas muy ligeras, insufribles para varias pernoctas con lluvia continuada.
- Mochilas. Casi nadie se plantea cuánto pesa su mochila en vacío de 45 o 50 litros. Las hay desde 1 a 2,5 kg.
- Sacos de dormir. Los mejores sacos ultraligeros de pluma abrigan tanto como sacos que pesan más del doble en fibra. Puedes dormir a 0ºC con un modelo de alta calidad de 850 g y que te aísle lo mismo que uno barato de 2.000 g.
- Los forros cortaviento tipo soft shell pesan el doble a igualdad de aislamiento térmico sin viento que los tradicionales. Un Polartec High Loft de 450 g es mucho más versátil y compresible que uno tipo soft shell de 900 g.
- Calzado. Hay diferencias de 200 a 1.000 g/par de unos modelos a otros para idéntico uso. Ojo a ciertos gramajes facilitados en anuncios, suelen referirse sólo al medio par, no al par completo ¡y ni lo aclaran!
- Chaqueta impermeable. Las más livianas no alcanzan los 200 gramos. La mayoría de lo que usa la gente oscila desde los 500 a los 800 gramos.
- Colchonetas. Desde 300 a 1.000 g. Las autohinchables suelen pesar del doble al triple que las de espuma.
- Bastones. Los ultraligeros plegables en “Z” pesan casi la mitad que los tradicionales (unos 300-350 g/par frente a los 500-650 de los telescópicos).

7) No te vuelvas loco…
Un amigo quería aligerar tanto que hasta recortaba el mango de la cuchara, para terminar siempre quemándose los dedos al cocinar. Utiliza tu cabeza para saber cuáles son los límites razonables. Teniendo presente el sistema de las dos listas y el apartado anterior “En qué se ahorra más peso”, cargarás en tus salidas hasta 4 kilogramos menos en actividades de una jornada y hasta 8 ó 9 menos en salidas de varios días.

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