Entrevistamos a la escaladora francesa que recientemente se embolsaba su primer 8c en Cataluña. Motivación, pasión y "joie de vivre", las claves de su frenética actividad.
Ha sido durante años una de las figuras fijas en competición, manteniendo siempre además su cartel entre las mujeres más en forma del planeta de la deportiva. Ahora, esta francesa de cuna esta bastante cerca de unirse a la pléyade de estrellas de la escalada que están siendo adoptadas por Cataluña, la meca actual de la escalada deportiva. En su última visita, Caroline se embolsaba líneas como Fish Eye (8c) o Sin Perdón (8b ), aperitivo de la que sería su gran realización de la temporada (por ahora): Mind Control, vía de 8c que estira sus dificultades sobre la caliza de Oliana y que esta viendo como las chicas se le suben a las barbas este año, tras el punto rojo que Daila Ojeda le ponía a mediados de febrero.
Hemos querido charlar con esta atleta del equipo The North Face, sobre la línea que ha supuesto su primer 8c en la libreta, pero también sobre el fantástico estado actual de la escalada femenina y, por encima de todo, sobre como es vivir de tu pasión. Con ustedes y en plena forma, Caroline Ciavaldini.
Tu primer 8c , pero también te has llevado otras líneas como Fish Eye o Sin Perdón
¿Se respira más motivación en Cataluña?
Pues sí, la verdad es que en mi pequeño viaje por España en dirección a Lérida, me he topado con unas cuantas rutas difíciles. Volvía justo de un viaje por Asia durante el cual mi compañero y yo descubrimos nuevos acantilados, con nuevas rutas
vamos, una estancia llena de descubrimientos y aventuras. Una vez llegamos a España, fue como cuando un niño abre sus regalos de navidad, encontré centenares de rutas en Oliana, Tres Ponts
a probar líneas magníficas que me esperaban. Así que, claro, estaba motivadísima, dispuesta a pelear como una leona en las rutas, y eso tuvo sus resultados. Mi primer 8c , pero también un 8c en el primer intento, y algunos 8a
Además en este momento Cataluña parece una convención de los mejores escaladores del mundo, lo que crea un ambiente eléctrico, tremendamente positivo, ¡un nivelazo!
¿Te favorece el estilo de escalada o la roca? ¿A qué dirías que se debe esta rápida progresión?
Tengo un estilo bastante atípico para una chica. Normalmente las mujeres son mejores en los pequeños agarres (prises en francés), yo soy bastante mala en este estilo. Lo que a mí más me gusta son las chorreras, esas formaciones con forma de columna en el calcáreo. En ese estilo puedo utilizar lolottes, que son figuras particulares en la escalada donde te metes bastante en el interior con las rodillas, mi punto fuerte, escalar de perfil utilizando muchísimo las piernas. Oliana y Mind Control son perfectamente mi estilo, no hubiese podido soñar con algo mejor. Seguramente por eso he podido conseguir Mind Control tan rápido, en el tercer intento. Aun siendo mi estilo, el éxito no hubiese podido conseguirlo sin una lucha enorme en la vía.
¿Deduzco que te ha gustado Mind Control?
Me ha parecido magnifica, para mi gusto: una joya. Pero claro, ¡cuando algo te sale bien tiendes a amarlo! Mind Control empieza por un recorrido bastante fácil, durante unos 15 metros. Se llega a un punto amplio en el cual puedes pararte a recuperar fuerzas. La sección siguiente es bastante intensa, pequeñas presas sobre la chorrera. Después, la vía alterna descanso y secciones difíciles, con un final muy exigente porque los descansos son peores. Incluso corres el riesgo de caerte en el último movimiento, ¡después de45 metros de esfuerzos!
¿La elegiste por algún motivo concreto?
Sabía que Daila Ojeda también había conseguido esta línea, por lo que no debía de haber movimientos muy físicos, típicamente masculinos. Ya había conseguido resolver 8c, como Fish Eye en Oliana, justo antes, así que pensé que era buena ocasión, que merecía la pena intentar los movimientos por lo menos. Y como en el primer intento conseguí todos los movimientos individualmente, me motivé para seguir adelante con la vía.
Estamos viviendo un nuevo boom en la escalada femenina, incluso alcanzando nuevamente el noveno grado. ¿Casualidad o evolución lógica?
Oh, evolución lógica diría yo, las chicas son muy buenas escalando, no están tan lejos de los hombres. En general, hay un nivel/grado de separación. Los hombres llegan a hacer 9b, en lo que las mujeres llegan, muy lógicamente a un 9a. Bueno esto es la lógica matemática. Pero más humanamente pienso que cuando las primeras chicas empezaron a elevar el nivel, las otras se dieron cuenta de que era posible. Hace ya unos años que las chicas son capaces, ¡faltaba motivarse para concretar!
¿Así que las ascensiones de otras escaladoras te suponen una motivación extra?
¡Completamente! Vengo de un entorno competitivo, me gusta emprender los retos que otros me ponen. Para ser muy honesta, no hay duda de que no hubiese intentado Mind Control si Daila no me hubiese mostrado el camino.
¿Cuándo y cómo comenzaste a practicar la escalada?
Empecé a los 12 años, en Isla Reunión, donde crecí, en el océano Índico. Es una isla tropical francesa y como en cualquier otro lugar en Francia, la escalada es parte del programa escolar en educación física. ¡Desde mi primera clase me enganché! Fui a inscribirme a los cursos nocturnos
Y ahí estaba, acaba de tomar un camino muy preciso en vida
¡una vida de escalada!
¿Una línea que sueñes encadenar?
Con lo que sueño es con seguir teniendo la suerte de escalar todos los días rutas magníficas, en sitios diferentes. Lo que me gusta de la escalada es trepar, pero también todo lo que lo acompaña: viajar a sitios apartados y desconocidos, descubrir mundos totalmente diferentes. También me gusta alternar las diferentes facetas de la escalada: en bloque, por vías deportivas, vías grandes, trad
¡el deporte que he elegido en realidad más que un deporte es una vida!
¿Cuál es tu lugar preferido para escalar?
¡España por supuesto!
¿Te interesa otro tipo de escalada como el big wall?
Me gusta variar todas las facetas de la escalada. De hecho, originalmente soy una escaladora de competición, me concentro mucho en el entrenamiento, los muros artificiales. Pero hace dos años conocí a un escalador totalmente diferente. Descubrí otras maneras de escalar y ahora son aventuras que forman parte de nuestra vida. En abril nos lanzamos a un mes de grandes rutas en Cerdeña, en mayo, un mes de trad climbing en Inglaterra
¿Quiénes han sido las figuras que te han inspirado o te inspiran para superarte?
Tengo un héroe: Yuji Hirayama, un escalador japonés. Competidor excepcional, ha conseguido diversificar, firmando grandes rutas, bloques duros
todo esto en un espíritu oriental teñido de yoga, de paz y de placer de vivir. Además, en junio, gracias a The North Face, me voy con mi novio James (Pearson) a Borneo a por rutas deportivas en altitud, y a reunirnos con Yuji. Ya lo conozco de otro viaje en Turquía. Y cuando conoces a tu héroe y supera tus expectativas
¡se convierte en un guía vital!
¿A qué dedicas el tiempo libre cuando no estás escalando?
A escalar, escalar, escalar. Ya lo he dicho, la escalada es mi vida. Aunque leer, por ejemplo, es otro de mis grandes placeres.
¿Qué técnicas físicas y mentales que uses cuando escalas también aplicas en la vida diaria?
¡Qué pregunta! ¡Nada y todo! Sin duda resistir al estrés... Hace dos años leí un libro, Mind control, de él me quedé con que hay concentrarse en el placer de los momentos cruciales de competición. Y ahora intento disfrutar cada pequeña cosa de la vida de la misma manera, intento ser consciente, a cada instante, de la suerte que tengo. Es un nada y todo ¿no?
¿La vida pirata es la vida mejor?
Esta vida es un paraíso. Una vida con una pareja que comparte la misma pasión, viajes donde descubrimos el lado oculto del país, paisajes excepcionales. El único problema de esto es que cuando todo es absolutamente perfecto, que no te falta nada, tienes miedo a que pase algo que te aleje de este paraíso. Así que, una vez más, disfruto y forjo recuerdos ¡Esos ya no me los quitará nadie!
Caroline Ciavaldini, vivir en el paraíso
Entrevistamos a la escaladora francesa que recientemente se embolsaba su primer 8c en Cataluña. Motivación, pasión y "joie de vivre", las claves de su frenética