El equipo formado por Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza ha comenzado ya un nuevo desafío. Tratarán de enlazar las cumbres del Gasherbrum, G-I (8.068 metros) y el G-II (8.035 metros), de manera continuada por el collado que las une, sin descender al campo base, empleando el estilo alpino y sin recurrir a las rutas alpinas habituales. Los tres, junto al fotógrafo Arkaitz Saiz, han tomado rumbo este martes al mediodía a Islamabad (Pakistán), vía Estambul, desde el aeropuerto de Loiu. Su vuelta está prevista para primeros de agosto.
Les espera una travesía en estilo alpino que estará rozando los límites de sus posibilidades. “Desde hoy hasta el campo base serán de 12 a 14 días. Allí, en torno a cinco o seis semanas para intentar la travesía. El año pasado fue una temporada inestable y vamos confiados en que, esta vez, vamos a tener suerte” indicaron con optimismo justo antes de coger el vuelo.
Iñurrategi, Zabalza y Vallejo regresan así un año después a los Gasherbrum, ascensión que no pudieron acometer debido a las fuertes nevadas y adversas condiciones de la montaña. Ahora, ya están otra vez destino a Pakistán esperando tener más suerte en otra ilusionante expedición a los Gasherbrum, con los intentos previstos de hacer cumbre a partir del 10 de julio según el tiempo.
El nuevo reto de la expedición tiene una doble dimensión: alpina y social. Por un lado, culminan de esta forma la octava etapa WOPeak, iniciativa impulsada por la Fundación Walk on Project -que financia la expedición-, dirigida a la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas y en la divulgación de estas patologías. La iniciativa WOPeak, se marcó como objetivo alcanzar la cima de los 8.000 metros en 8 diferentes etapas (la primera de estas 8 etapas tuvo lugar en el monte Gorbea en 2010 y el Gasherbrum puede suponer el colofón final). “Estamos emocionados con la posibilidad de que este año podamos finalizar esta aventura que comenzamos en 2010 en el Gorbeia. Parecía imposible, pero de eso va WOP. Paso a paso, aunque la cima parezca inalcanzable, con la determinación de luchar en la búsqueda de terapias contra las enfermedades neurodegenerativas”, afirma Mikel Renteria, fundador de WOP, también presente en el comienzo de la aventura junto a su mujer Mentxu Mendieta.
La expedición representa también un hito singular, con la idea de tratar de encadenar el Gasherbrum I con el Gasherbrum II siguiendo la línea más alta que une ambas montañas y ascendiendo por rutas que no son las normales -habitualmente equipadas y transitadas por varias expediciones- sin descender al campo base y sin recurrir a esas vías habituales. “Hacer dos ochomiles sin bajar de los 6.500 metros exige un esfuerzo físico tremendo. Ninguno de nosotros tiene claro que seamos capaces de conseguirlo. Y eso lo convierte en algo desconocido, en algo nuevo”, subrayaron los alpinistas en la rueda de prensa que ofrecieron para dar a conocer la expedición.
Esta travesía se ha realizado solo en dos ocasiones anteriormente. La cordada tiene la intención de subir a las cimas por rutas de ascensión menos habituales para, posteriormente, descender por rutas consideradas más normales. La expedición ya está de camino a los Gasherbrum (en balti “montaña hermosa”), un conjunto de montañas situado en la zona noreste del Glaciar Baltoro, en la cordillera del Karakórum.