El Cambio Climático es real, y sus efectos se están manifestando de distintas maneras a lo largo y ancho del planeta. En el Ártico, una de las zonas que está experimentando más transformaciones, nuevos territorios están saliendo a la luz después de miles de años ocultos bajo el hielo, y un nuevo paisaje convive con el mundo polar de los inuit, cuya cultura tradicional también desaparece poco a poco.
“En 10 años parte del paisaje de hielo que vemos ahora puede desaparecer y merece la pena conocerlo porque su belleza es única, incomparable con la de ningún otro lugar en este planeta, salvo la Antártida. Ya es posible observar una orografía que no sabíamos que estaba ahí y que es todo un espectáculo”, asegura el explorador Ramón Larramendi, director de la agencia Tierras Polares que tiene recorridos más de 30.000 kilómetros por los territorios polares en los últimos 30 años.
Nos citamos con Ramón en la feria de FITUR, el lugar elegido por la agencia para presentar las diferentes opciones para conocer de primera mano, y con guías especializados, las regiones de Groenlandia donde estos cambios están teniendo lugar. Larramendi quiere compartir así el fascinante y desconocido mundo polar que es su segundo hogar. Me recibe muy tranquilo, ajeno al bullicio que nos rodea. Su mirada fija y curiosa parece escrutar cada pregunta que le hago, y que contestacon esas dosis de entusiasmo que caracterizan a los que, aun obligados, hablan de aquello que les apasiona.
¿El cambio es real?
El paisaje está cambiando, estamos en un proceso vivo, de una naturaleza viva, y se está generando una nueva geografía. Es un hecho. Y yo como llevo muchos años yendo, y además a las mismas zonas, puedo comparar muy bien, lo he visto y lo veo con mis propios ojos. No es teoría, algo que te imaginas o te cuentan, sino que lo observas.
Porque desde una ciudad es más difícil percatarse de esos cambios en otras zonas del planeta, siempre es más chocante cuando los ves in situ.
Totalmente. Pienso que todo el mundo siente de alguna manera el tema del Cambio Climático. Sobre todo por el tema de las temperaturas. Pero no lo puedes visualizar de un modo concreto y tangible. Mientras que en Groenlandia, en la zona que trabajamos más, en el glaciar Qaleraliq, el cambio es espectacular. El año pasado por ejemplo, desapareció una parte del hielo y apareció una nueva isla, que había estado oculta hasta ahora. Cada año se transforma la geografía de Groenlandia. Y se ve. Y es tangible la rapidez con la que se está produciendo este cambio.
Este fenómeno, este cambio que se está produciendo, ¿supone un acicate para vuestros clientes a la hora de visitar la zona?
Yo creo que sí. En cierta manera ser testigo, visualizarlo, te hace más consciente. Y en nuestros viajes en cierta manera concienciamos a nuestros clientes, lo que es algo muy importante para Tierras Polares.
¿Crees que la industria de los viajes de aventura puede hacer más para concienciar de estos cambios en el medio ambiente del planeta?
Yo creo que la gente que estamos en más contacto con la naturaleza, normalmente somos los más conscientes, y al contrario: la gente con menos contacto con la naturaleza es menos consciente, viven en una burbuja diferente. Tenemos por tanto una posición privilegiada desde ese punto de vista, y es muy importante que todos colaboremos en esa concienciación colectiva, incluso a través de los deportes al aire libre.
Y más allá, con el Trineo de Viento, también estáis haciendo labores más científicas al respecto.
Pienso que uno debe poner sus actos donde está su boca, su bolsillo incluso, porque de otra forma las palabras son huecas. En el proyecto del Trineo de Viento, que de hecho una parte está financiado de forma importante por Tierras Polares, estamos desarrollando un medio de transporte polar totalmente limpio para poder realizar investigación científica, algo novedoso a nivel mundial. Llevamos 18 años trabajando, que se dice fácil, y ya tenemos desarrollada la tecnología necesaria para poder recorrer miles y miles de kilómetros con un programa de investigación a bordo. Seguimos buscando nuevos objetivos; el último es que España incorpore este trineo de viento al Programa Nacional Polar de investigación, y que a la vez sea incorporado por otras naciones también como método limpio, porque ¿qué sentido tiene que hagas un trabajo de investigación con un impacto medioambiental grande cuando hay un sistema alternativo que no tiene ningún tipo de impacto? Es un dilema del mundo actual, más allá de este nicho concreto…
Después de tantos años en contacto con los paisajes árticos ¿te siguen sorprendiendo?
Sorprenderme menos, porque ya los conozco, ya son como parte de mí, me encuentro como en casa. Pero me gusta mucho el contraste con la vida en Madrid o ir a la playa al Mediterráneo, ¡que me encanta! Pero también necesito pasar un periodo largo de tiempo en sintonía con la naturaleza polar, en soledad, en otra dimensión… forma parte de mí. Lo necesito. No puedo vivir sin ello.
El paisaje de Groenlandia ha cambiado. ¿También la cultura inuit?
Por supuesto. Todas las culturas están en constante transformación. La nuestra también ha cambiado en los últimos 25 años. Evidentemente allí ha cambiado mucho y sigue cambiando. En el ártico el modo de vida tradicional está a punto de extinguirse. En Tierras Polares tenemos un proyecto llamado “La Patrulla Inuit”, que estamos desarrollando para intentar aportar nuestro grano de arena para que no desaparezca del todo la cultura de los últimos, últimos y verdaderos cazadores inuit que quedan al norte de Groenlandia. Se trata de reconvertir a estos cazadores en una patrulla medioambiental que se encargue de vigilar y controlar los recursos naturales. No tanto como cazadores, pero sí en trineo de perros, y que sobre todo ayude a mantener todo el imaginario y la cultura del trineo de perros.
¿El turismo en Groenlandia está creciendo?
No mucho porque desde el punto de vista terrestre hay muchas limitaciones logísticas. Nosotros las conocemos bien. Aunque, al igual que en la Antártida, esas dificultades están sirviendo de protección. Pero está creciendo más todo el tema de los cruceros. En Islandia y Escandinavia está explotando, durante todo el año, y eso no ha llegado del todo a Groenlandia. Han llegado pequeños coletazos, debido al enorme flujo a áreas cercanas más gente tiene la curiosidad… pero va llegando lentamente.
¿Crees que el turismo juega a favor o en contra de mantener la cultura tradicional inuit?
Es una pregunta con mucha miga. Pero como todas las cosas, en sí no tiene que ser necesariamente bueno o malo. Dependerá mucho de cómo los agentes involucrados juguemos las cartas.
Más información:
ramonlarramendi.com
tierraspolares.es
Los viajes que Tierras Polares ofrece en 2018 en Groenlandia combinan las estancias y visitas a poblaciones de los inuit con actividades en campamentos que tiene situados en los tres lugares de probablemente mayor belleza paisajística de Groenlandia: frente a uno de los glaciares más grandes del sur, en las aguas termales de Uunartoq y en el impresionante fiordo de Tasermiut.
Este es el vídeo de nuestra experiencia de viaje en kayak con Tierras Polares por esos paisajes.